Del Brexit y las lecciones sobre la duda

Derivado de las crisis de 2008 y 2010 que golpeó duramente a la Unión Europea (UE), varios países se cuestionaron la pertenencia a la Unión. De acuerdo con Financial Times, en el Reino Unido –cuarto contribuyente al presupuesto de la UE–, 45% de la opinión pública comenzó a expresar un rechazo hacia la Unión y sus políticas, principalmente la migratoria. No veían como propias las decisiones tomadas en Bruselas. El referéndum llevado a cabo por el entonces primer ministro David Cameron dio como resultado 52% del voto para abandonar la UE. Inició un periodo de incertidumbre que persiste hasta ahora. El Partido Laborista, a favor de la permanencia, no quiere hacer suyo el acuerdo que debe negociar la primer ministra Theresa May, del partido conservador que, además, está dividido entre pro europeos y euroescépticos. May lleva dos años negociando un acuerdo con la Unión sin lograr el respaldo de su Parlamento. El acuerdo ha sido votado tres veces en este año, el 15 de enero, el 12 de marzo y el 29 de marzo, esta última, fecha en la que el Reino Unido tenía que haber salido del bloque. La primera votación la perdió por 230 votos, la segunda por 149 y la tercera por 58. May y la Unión acordaron aplazar la fecha de la salida a octubre. Brexit es la moda en Reino Unido y la incertidumbre, su constante. Varias empresas han movilizado sus bases de operación a otros países del bloque, lastimando a la economía británica con pérdidas de aproximadamente 40 mil millones de libras al año, de acuerdo con cifras del Banco de Inglaterra. En la actualidad, el Parlamento discute posibles escenarios para evitar que, llegado octubre, Reino Unido abandone la Unión sin acuerdo o un "Hard Brexit". Otros posibles escenarios: Un segundo referéndum con la posibilidad de anular la salida de la Unión Europea, que se antoja poco probable. ¿Qué pasaría si con 52% ganara la opción de permanecer en la Unión? Un país aún más dividido, además de que está creciendo el descontento hacia el trato que ha recibido el Reino Unido por parte de los europeos. Otro escenario, la celebración de elecciones generales, en las que el partido laborista tomara las riendas, aunque tampoco está claro que puedan solucionar el problema. Las lecciones: Brexit se parece al gobierno de AMLO. Tienen sumidos a sus países en la incertidumbre, afectando a la economía y a la población. El "Hard Brexit" pondría al Reino Unido bajo las reglas de la Organización Mundial del Comercio, con una probable baja de 3% del Producto Interno Bruto (PIB). Con un acuerdo con la UE, la baja se proyecta en 1-2%. México muestra señales de desaceleración, pero sobre todo, impera la incertidumbre cuando se cancelan proyectos millonarios con contratos ya firmados, sin más razón. ¿Será que Theresa May también es del club de los "vamos muy bien"?

*Investigadora, Facultad de Estudios Globales, Universidad Anáhuac México

**Estudiante de la Licenciatura en Relaciones Internacionales, Facultad de Estudios Globales, Universidad Anáhuac México