Una moda llamada Elton John

Las biografías musicales son la nueva tendencia que invadirá las pantallas de cine durante los siguientes meses

La comparación será automática y mandatoria: ambas películas hablan sobre músicos británicos, extravagantes, legendarios y que tomaron la batalla por aceptar su homosexualidad. Pero la gran diferencia entre Bohemian Rhapsody y Rocketman es que la biopic de Elton John, no es una mediocre interpretación mesiánica de la figura de Freddie Mercury, ni tampoco un video musical de dos horas basado en Wikipedia. Tampoco es que Rocketman sea una revolución entre las biografías musicales, el ascenso a la fama de un chico tímido de clase media, sus tumultuosas relaciones bisexuales y el infierno de su drogadicción. Un libreto básico para un subgénero que peca del mismo adjetivo: Sid & Nancy, Whats Love Got To Do With It, Walk The Line… la redención después de las adiciones. El cineasta Dexter Fletcher se enfocó en presentar una mezcla entre fantasía musical y un drama costumbrista inglés, en el cual cada pasaje celebratorio o trágico en la existencia del protagonista es visualizado como una canción que no sólo narra el momento psicosocial de John, también es un despliegue coreográfico, visual y de diseño de arte. Finalmente, es un musical que trata de homenajear con claras libertades emotivas a una de las figuras británicas más relevantes del último cuarto del siglo XX. La mejor escena de la cinta: durante su primer concierto en Estados Unidos, en el famoso club Troubadour de Los Ángeles , John ataviado de un overall blanco y zapatos de plataforma, toca con su piano “Crocodile Rock” comienza a elevarse con piernas y cadera al aire, acto que hechiza al público que lo observa atónito.

Josué Corro 

@josue_corro