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What design can do México

El mundo se encuentra en una situación ambiental que podría volverse muy peligrosa e irremediable

OPINIÓN

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Richard vander Laken, presidente y fundador de What Design Can Do, puso a México en el centro de sus atenciones porque, para él, nuestro país es algo más que mariachi y tequila. Ahora, está abocado a sacar adelante su proyecto de perfil internacional, cuyo objetivo principal es hacer del diseño una herramienta de cambio para innovar el medio ambiente y así salvar al mundo del grave riesgo que corre. Al difundir su proyecto para la Ciudad de México, en importantes eventos que tuvieron lugar en Bellas Artes y el Frontón México, Vander Laken considera indispensable diseñar e implementar estrategias mediante las cuales se pueda alentar a la gente para que trate la basura como una fuente para elaborar productos que sean sustentables. Actualmente, las alertas rojas están prendidas, como la que planteó Elizabeth Mikeon, de la Agrupación Climate Action Portfolio Lead, de Estados Unidos, quien advirtió que está científicamente comprobado que sólo tenemos 11 años para tomar mejores decisiones y poder desacelerar 1.5 grados centígrados el calentamiento global; de lo contrario, la situación podría volverse muy peligrosa e, incluso, irremediable. Por ello, en la Ciudad de México se presentaron 452 propuestas a nivel mundial, de las cuales se seleccionaron tres en las que participan sólo jóvenes mujeres emprendedoras: Biogrun, Ecoplaso y Ecolana. El primer proyecto es un sistema de productos y servicios para la vivienda para evitar el desperdicio de comida que en la CDMX alcanza las 20.4 toneladas, lo que contrasta con que 7.3 millones de mexicanos que viven en extrema pobreza no tienen qué comer, siendo tan alto el desperdicio. Ecoplaso es una empresa poblana que se aboca a transformar las cáscaras de frutas y vegetales en bioplástico libre de petróleo, ciento por ciento degradable y compostable con el que se pueden fabricar bolsas y zapatos, y mediante este aprovechamiento, se producen aceites esenciales y colorantes. El tercero, Ecolana, bajo el lema disminuir la huella plástica, consiste en una plataforma que pueden utilizar tanto empresas como familias para localizar mediante un mapa digital, centros de acopio, al tiempo que también se dedican a profesionalizar al personal que ahí labora, porque en más cifras preocupantes, México genera 42 millones de toneladas de residuos, 21% de los cuales termina en tiraderos, y definitivamente, los tres proyectos presentados coincidieron en que enterrar la basura no es la opción, pues de lo que se trata es de explotar las energías limpias. Vander Laken confía en que estos proyectos ganadores en la CDMX son inmejorables y pueden tener sus primeros resultados en un lapso de entre uno o dos años, cálculo basado en retos anteriores que han tenido en otras ciudades del mundo.

ADRIANA MORENO CORDERO

COLABORADORA