Los medios acostumbramos a calificar la manera en la que los equipos de la NFL seleccionan en el draft, situación que me parece un error.
Después de todo, las notas se basan en expectativas depositadas en jugadores de los que se desconoce cuál será su desempeño profesional.
La clave radica en el desarrollo y paciencia que cada conjunto tenga sobre dicha materia prima.
Pero, además, son infinitos los casos en los que jugadores tomados con selecciones tardías o como agentes libres, se convierten en estrellas y puntales de sus escuadras.
Un caso reciente es el de Tom Brady, tomado por Nueva Inglaterra en el casillero 199, del reclutamiento del 2000, pero hay muchos ejemplos más: Johnny Unitas elección 102; Steve Largent, 117; Mike Webster, 125; Roger Staubach, 129; Richard Sherman, 154; Shannon Sharpe, 192; Antonio Brown, 195; Bart Starr, 200, y Richard Dent, número 203.
Del otro lado de la moneda hay muchos “petardos” como Ryan Leaf y JaMarcus Russell.
De manera que sólo en tiempo, y en 3 o 4 años, determinará quién lo hizo bien y quién lo hizo mal.
Por ello, desde mi punto de vista, el parámetro correcto radica en el manejo de la estrategia, acorde con las necesidades del momento.
Puede ser criticable que Arizona tomara a Kyler Murray con la primera selección total, dado que en el 2018, emplearon la décima general en otro quarterback, Josh Rosen, a quien negociarían el fin de semana a Miami, a cambio de un par de selecciones.
Sin embargo, Murray es el jugador clave para el nuevo entrenador de los Cardenales, Kliff Kingsbury, para darle la vuelta a la franquicia. Respetable.
La polémica surge en el manejo de los Gigantes. Hace un año eligieron a Saquon Barkley, en lugar de Sam Darnold, que fue a los Jets.
¿Hicieron bien? Barkley tuvo números espectaculares como novato, con 1,307 yardas, el segundo de la liga y un viaje al Pro Bowl. Pero su durabilidad, en circunstancias normales, será menor a la de Darnold, que pudo ser a corto plazo el rostro de la franquicia.
Este año Gigantes tenía las selecciones 6 y 17, y ¿qué hicieron? Llevarse con la cuarta a Daniel Jones, pasador de Duke, a quien muchos tenían como el sexto quarterback y prospecto número 59, porque de acuerdo a su gerente general, temían que lo adquiriera Denver, que seleccionaba décimo, pero, que, cambió dicho casillero a Pittsburgh, o Washington, que era décimo quinto, y que reclutó a un mejor quarterback en el papel, Dwayne Haskins.
Y nunca hay que perder de vista a los Patriotas, que eligieron jugadores que pueden ser de impacto inmediato, destacando el receptor N'Keal Harry, y a un eventual sucesor de Tom Brady, Jarrett Stidham.
@ENRIQUEBURAK
¿Calificaciones del draft?
NO SIEMPRE SE CUMPLEN LAS EXPECTATIVAS de los expertos EN CUANTO A LA SELECCIÓN DE JUGADORES en la nfl