LeBron James ya desplazó a Michael Jordan del cuarto lugar de los mejores anotadores en la historia de la NBA. Lo hizo con una actuación de 31 puntos, con los que dejó su marca en 32 mil 311, sobrepasando los 32 mil 292 que logró Su Majestad en su carrera.
Para su mala fortuna, la gesta de James se convirtió en un tema anecdótico, ya que el resultado final fue una derrota para los Lakers 115-99 frente a los Nuggets, la cuarta consecutiva para el equipo de Los Ángeles, que lo alejó de la posibilidad de clasificar a los playoffs en la Conferencia Oeste, en la que tienen marca de 30-35, con 17 partidos por delante en el calendario de la temporada regular.
Lejos de celebrar su logro, James, de 34 años de edad, se dio tiempo para asimilar el hecho y habló de la inspiración que representó Michael Jordan en su desarrollo como persona y en su deseo de superación como jugador.
Nunca ha tratado de ocultar que utiliza el número 23 en honor a Jordan, lo hace desde su etapa como jugador en la secundaria y dice abiertamente: “Él era todo... Fue una inspiración y un relámpago en una botella para mí, porque yo quería ser como él”.
Ha dado pasos agigantados en su camino a ser una leyenda del baloncesto. No tiene por qué compararse con quien fuera su ídolo, aunque muchos se esmeren en enfrentarlos y en señalar que uno es mejor que otro.
Hoy, LeBron James es un modelo a seguir, es a quien muchos jóvenes observan de cerca y en quien se inspiran para tratar de convertirse en una figura emblemática.
Si cuando era un jovencito no tenía dinero para comprarse unos tenis Air Jordan, ahora que es una súper estrella no repara en compartir su éxito con sus compañeros de equipo y desea seguir trascenciendo.
Como jugador, James es distinto a Jordan, tiene mayor fortaleza y además de ser un gran anotador, sabe repartir bien el balón y también es un extraordinario defensivo.
Todavía se queda corto en el rubro de campeonatos de la NBA, Jordan consiguió seis en su carrera, con dos periodos de tricampeonatos con una pausa de dos años en los que buscó alcanzar un sueño de jugar beisbol profesional.
James está a la mitad del camino, con tres títulos, pero con un lugar especial en la NBA, con ocho Finales disputadas de forma consecutiva.
Y lo más importante, nunca en sus 15 años de trayectoria como profesional se ha sabido de un escándalo en su carrera, a pesar de haber dado el salto desde los 19 años a la NBA, sin pisar las duelas universitarias.
Celebremos los que hemos tenido el privilegio de ver jugar a Jordan y a James, no hay que desgastarse en las odiosas comparaciones. Es el mismo caso entre Tom Brady y Joe Montana. En ambos casos, Brady y James se inspiraron en sus ídolos y hoy pueden mirarlos frente a frente con la satisfacción de tener sus propios logros.
Por LUIS ALONSO
@ALONSO_LUIS