El tema de justicia cívica en la Ciudad de México estuvo abandonado por años. Hoy en el gobierno estamos haciendo un esfuerzo, no sólo por recuperar el concepto, sino por darle un giro en el que se privilegie la corresponsabilidad por encima de la sanción. Trabajamos en un nuevo modelo que abone a la mejor convivencia, un nuevo modelo de justicia cívica. El abandono al que me refiero se refleja en diversos aspectos. Malas instalaciones en nuestros juzgados cívicos, déficit de personal, particularmente en algunos horarios y puntos, así como mala atención. Por años, los juzgados cívicos fueron el espacio para llevar a las personas que nadie quería ver en las calles.
Hoy, emprenderemos diferentes acciones para dejar de criminalizar la pobreza de personas que viven en situación de calle, así como de los jóvenes. Porque beber en las calles, consumir alguna sustancia tóxica, participar en riñas sin lesionados, deben mirarse como problemas sociales que tienen un origen, y no cómo simples infracciones. Si actuamos desde ahí, podemos prevenir mucho de lo que luego se convierte en delito.
Existen otras conductas en el catálogo de sanciones administrativas, pero la complejidad de la ciudad dificulta aplicar multas a quienes incurren en ellas. Me refiero a tirar basura, desperdiciar agua, generar ruido en exceso, maltratar animales o hacer llamadas falsas a líneas de emergencia. En esos casos se requiere un cambio cultural que atacaremos con campañas, ya que ahí se trata de generar una ciudadanía consciente.
El nuevo modelo de justicia cívica le apuesta más a la prevención, a fin de que esos jóvenes que beben en las calles o participan en riñas tengan actividades que los ocupen; para ello contamos con el apoyo de otras áreas del gobierno de la doctora Claudia Sheinbaum y del presidente Andrés Manuel López Obrador, para que mediante programas de corte social evitemos que sigan en las calles e incurran en faltas.
Por lo que toca a la Consejería Jurídica, tenemos 50 nuevos jueces y 50 nuevos secretarios que ya están integrados a los juzgados cívicos con mayor demanda. Su encomienda es mejorar el servicio y actuar de manera honesta en los 70 juzgados cívicos que tenemos. Durante la reunión que sostuve con ellos el día que les tomé protesta, fui muy claro en el sentido de que el gobierno no tolerará ni un solo acto de corrupción.
Ese grupo de nuevos servidores públicos forman parte del equipo que en materia de seguridad tiene la jefa de Gobierno, por eso era tan importante que el proceso para elegirlos fuera transparente. No hubo amiguismo que valiera. Fue un proceso abierto, para elegir profesionales capaces a los que les estamos pidiendo entrega y honestidad en su trabajo, ya que todos vamos en esa misma línea.
Paralelamente, con el apoyo de las alcaldías, estamos mejorando las instalaciones de algunos juzgados cívicos y contamos con un decálogo del buen ciudadano, para recordar esas conductas básicas que debe tener cualquier persona y, con ello, evitar conflictos.
En menos de 100 días, el gobierno de la ciudad está haciendo realidad la mejora en juzgados cívicos, uno de los temas que sin duda dará un giro en la administración que inició el pasado 5 de diciembre.
Héctor Villegas Sandoval
Consejero Jurídico y de Servicios Legales de la CDMX