Mis respetos para Jason Witten, uno de los grandes jugadores de la NFL que no tiene un anillo de campeonato de la liga. Si sólo fuera un tema de calidad individual, sin duda se merece ganar un título y saborear las mieles de la victoria.
El tema es que los campeonatos hay que ganarlos, no merecerlos, y para ello se requiere de un esfuerzo colectivo que apunte hacia un mismo objetivo y un grupo de jugadores que ejecute un plan de juego impecable. Algo en lo que a los Cowboys les falta mucho por alcanzar, bajo el mando de Jason Garrett.
Frente al anuncio de que Witten llegó a un acuerdo con Dallas para salir del retiro, dejar su trabajo como analista de ESPN en las transmisiones de Monday Night Football, y regresar una temporada más con los Cowboys, hay varios puntos que se deben considerar con respecto a su decisión.
Sin duda tiene mucho que aportar sobre disciplina, ética de trabajo, análisis de los rivales y unas manos seguras para mantener con vida las series ofensivas. Tiene hambre de triunfo y seguro le queda energía para poner su granito de arena y quiere ayudar a un talentoso grupo de jóvenes jugadores a alzar el trofeo Vince Lombardi.
Lo que me queda claro es que a los 37 años que tendrá para cuando esté la temporada regular de la NFL, no será un jugador que marque la diferencia.
Por el bien del equipo espero que Jerry y Stephen Jones no crean que con el regreso de Witten se resuelve la profundidad en la posición de ala cerrada, una que le hizo mucha falta a Dak Prescott para salir de apuros la campaña pasada.
Blake Jarwin fue el mejor jugador en esa posición para los Cowboys en 2018, con 27 recepciones, 307 yardas y tres anotaciones, seguido de Geoff Swaim con 26 recepciones, 242 yardas y un touchdown.
Si bien ya no es prioridad que Dallas seleccione un ala cerrada en las primeras rondas del próximo Draft, no es mala idea que reclute a alguno que aprenda lecciones de un maestro como Witten, líder en recepciones en la historia de los Cowboys con mil 152, que lo ubican en la cuarta posición en la NFL, sólo detrás de Jerry Rice (1,549), Tony González (1,325) y Larry Fitzgerald (1,303).
No faltó quien celebró la decisión de su salida como analista en las transmisiones de los partidos de Monday Night, pues no resultó ser una estrella, como sí lo es ahora Tony Romo, su excompañero de equipo, quien sorprendió por su calidad en las transmisiones en CBS.
Hay versiones que apuntan a que lo que sigue para Witten es perseguir una carrera como entrenador, una vez que sea el jugador con más temporadas en activo en la historia de Dallas, superando a Ed Too Tall Jones, Bill Bates y Mark Tuinei, quienes participaron 15 campañas con los Cowboys, aunque la gran diferencia es que todos ellos tienen por lo menos un anillo de campeones.
Por LUIS ALONSO
@ALONSO_LUIS