La inseguridad sigue aumentando en la Ciudad de México, la incidencia delictiva va al alza, a pesar de que sería una de las prioridades del nuevo gobierno que llegó a nuestra ciudad a finales del año pasado, vivimos el enero más peligroso en los últimos tres años, en promedio fueron asesinadas seis personas al día, algo que no sucedía hace más de 10 años.
Febrero de 2018. La nota de la Ciudad fue que el entonces jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera, en conjunto con la Marina, al fin había reconocido la presencia de un grupo delictivo en Tláhuac; sin llamar cártel a esa organización, por cuestiones de matices en la tipología de cómo de clasifican estas organizaciones. Sin embargo, en los demás medios de comunicación sí se le llamaba el cártel de Tláhuac. La constante negación que, por años, se tuvo frente a medios por el Gobierno de la Ciudad, fue reprochada por periodistas, opositores y vecinos que viven en la Ciudad.
En el tono de las campañas siempre hay una etapa de diagnóstico. Es complicado para quien busca la sucesión mediante el mismo partido que ya está en el cargo, es decir continuidad, dar un diagnóstico favorable que permita el refrendo de los ciudadanos en esa opción.
No votaríamos por una candidatura que pinta las cosas buenas, cuando no lo están y viceversa. En estos días, primeros de un nuevo gobierno en la CDMX, estamos a la expectativa de cuántos matices se harán entre promesa y acción de gobierno, porque no es lo mismo hacer campaña que hacer gobierno; criticar que proponer; condenar que defender.
Para junio de 2018, durante las campañas locales en las que Claudia Sheinbaum presumía una ventaja irreversible, reconoció públicamente que siempre habían existido cárteles en la Ciudad, generando afinidades porque al fin se planteaba el problema de seguridad pública con esas dimensiones. En más de una ocasión, durante la contienda, llegó a referir la presencia de estos grupos delictivos y, al resultar electa, los ciudadanos, como cualquier otro funcionario público, esperábamos que partiera de ese diagnóstico de un proyecto que no dejaba de estar vinculado con el Gobierno de la Ciudad por las afinidades de funcionarios, liderazgos y trabajadores, con todo lo que ello implica de conocimiento e información.
Febrero de 2019. Nuevamente se nos presenta el matiz de las cifras y datos, matiz no sólo de promesa y acción de gobierno, sino de organización delictiva o ‘crtel’; ahora con la administración pública local mediante la Procuraduría y la Secretaría de Seguridad Ciudadana. El secretario de Seguridad capitalino plantea que los problemas de seguridad son culpa de grupos delictivos que no tienen los niveles o la estructura de un cartel.
¿Qué otros matices debemos esperar, entre promesa y acciones, entre problemas y situaciones problemáticas? En campaña afirmaban la problemática y ahora en el gobierno intentan desdibujarla, matizarla. Mientras tanto, los ciudadanos seguimos padeciendo la inseguridad, en todas sus formas y en todos sus matices.
Formación e Identidad, PAN CDMX
@RMirandaB