Han pasado 50 días desde que se dio la votación para elegir al actual presidente de la SCJN, en una sesión pública tersa y breve. Ese día por la mañana, se registró el último intento para evitar que Arturo Zaldívar Lelo de Larrea fuera electo.
Un grupo de cuatro ministros, justo quienes no se pronunciaron por el actual presidente del máximo tribunal, buscó sumar la intención de otro voto, con el argumento de que al garantizar ése, llegaría también el sexto a favor de Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena.
Esa maniobra fue encabezada por el ministro Luis María Aguilar Morales y contó con la solidaridad incondicional de Alberto Pérez Dayán, quien no tenía ninguna posibilidad en su aspiración y declinó minutos antes de la votación. En privado y fuera del Pleno, Jorge Mario Pardo Rebolledo también externó su intención de votar por Alfredo Gutiérrez para fortalecer esa estrategia.
Ese primer miércoles de 2019, antes de la sesión en la que se daría la bienvenida a Juan Luis González Alcántara, se confirmó que no habría sorpresas, el ministro Zaldívar había sumado a su causa también a las juezas de carrera que integraban el Pleno. Los siete votos para el actual presidente de la Corte fueron el de él mismo, Fernando Franco González Salas, Eduardo Medina Mora, Juan Luis González Alcántara Carrancá, Margarita Luna Ramos, Norma Piña Hernández y Javier Laynez Potisek. Reconociendo que la elección estaba decidida y el intento había fallado, Luis María Aguilar dio su voto a Jorge Mario Pardo, quien sumó dos al votar por sí mismo. Alberto Pérez Dayán votó por Alfredo Gutiérrez, quien también sumó dos al sufragar por sí mismo.
Esta versión tiene el sustento de fuentes directas y revela la dinámica de un órgano colegiado en el que se manifiestan diversas formas de pensar dentro de los muros de Pino Suárez número 2.
La solidez de una institución como la Suprema Corte de Justicia de la Nación, radica en gran medida en la pluralidad de sus 11 integrantes, quienes construyen decisiones a partir de sus diferencias. Una Corte que no hace política, pero incide en ella. En el actual contexto nacional cobra mayor relevancia la misión de los ministros que a pesar de las presiones, deben salvaguardar la Constitución y consolidarse como la última frontera ante la arbitrariedad del poder que pretende ser absoluto para intervenir, incluso en sus decisiones jurisdiccionales. Pronto vendrán coyunturas en que las mujeres y hombres de la toga serán sometidos a pruebas inéditas para mostrar de qué está hecho el Poder Judicial de la Federación en la época de la Cuarta Transformación.
EDICTOS: Es inaudito que nadie ponga en orden a Armando Monter, líder de un violento grupo de choque perteneciente a Morena que mantiene desde enero un campamento en la entrada principal de la Suprema Corte. Tiendas de campaña, baños portátiles y mantas en apoyo a López Obrador son parte del paisaje a 150 metros de la puerta mariana de Palacio Nacional. Hasta el domingo.
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