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Ford vs. Ferrari

El guion de la película se complementa a la perfección con el relato del libro Go Like Hell, de A.J. Baime, de 2009

OPINIÓN

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Contra lo imposible. Así se titula la película de James Mangold que fue estrenada hace tres semanas en México, y que refleja una de las rivalidades más feroces en el mundo motor de la competición.

Su nombre en inglés es más sencillo, universal y preciso: Ford vs. Ferrari. Y se trata de la historia que ya había documentado y escrito de manera formidable A. J. Baime en 2009, en su libro Go Like Hell, de imprescindible lectura para los amantes del automovilismo.

El guion de la película está escrito por cuatro autores, y no desmerece en nada de lo que ya había contado Baime 10 años antes, pues expone el mismo relato, pero de una manera distinta, en la que destaca la importancia de dos personajes fundamentales en esta fascinante historia: Carroll Shelby y Ken Miles, protagonizados por Matt Damon y Christian Bale.

En la película también juega un papel destacado Lee Iaccoca, quien fue el encargado de convencer a Henry Ford II de adquirir Ferrari y entrar al mundo del automovilismo deportivo. Con el paso del tiempo se convirtió en un gurú de la mercadotecnia, pues fue el creador del Ford Mustang, presentado en 1964, y más tarde resucitó a Chrysler de la ruina.

La guerra de egos entre dos hombres poderosos, cuya soberbia era igual de infinita, desencadenó un desencuentro que acabó costando varios millones de dólares más a Ford, de lo que hubiera pagado en 1963 a Ferrari por la compra de la mayoría de las acciones de la icónica marca italiana.

Pero a Enzo Ferrari, que era piloto de corazón, y constructor de coches de carreras por vocación, ningún engreído millonario iba a venir a decirle qué hacer con su escudería, ni siquiera cuando estuviese recibiendo una considerable suma de dinero por la venta de su amada compañía.

Y si es verdad que hay pasajes novelados, como corresponde a cualquier realidad cinematográfica, éstos le confieren sabor a la acción, de por sí dramática, bien fotografiada y mejor editada, de lo que supuso aquella batalla en Le Mans 1966, cuando el emporio capitaneado por Ford terminó por humillar a Ferrari, que era su principal objetivo.

La paradoja más impensada de este odio tan profundo, fue que, en el año de 1969, Grupo FIAT terminó adquiriendo Ferrari. Y pensar que, a finales de 1918, al término de la Primera Guerra Mundial, dicha empresa le negó un puesto como piloto a Enzo, en aquella época de tanta necesidad, lo que significó un duro acicate para el recio constructor de origen modenés.

Así que para quienes les gusten las carreras de coches, merece mucho la pena ver la película y, de paso, cerrar el círculo con la lectura de un libro que cuenta una rivalidad que marcó el punto más intenso y emocionante en la historia de Le Mans.

POR JUAN ANTONIO DE LABRA

@JDELABRA68

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