Haz tu denuncia aquí

El hazmerreír

En India, el índice de calidad del aire superó 10 veces el que es considerado saludable por la Organización Mundial de la Salud

OPINIÓN

·

Seis semanas. Ese es el plazo que ofreció un juez a los gobiernos estatales de India para defenderse, frente a una de las sofocantes problemáticas nacionales. Esta vez es literal: Delhi, la capital, se ahoga en niveles de contaminación nunca antes vistos. El índice de calidad del aire superó 10 veces el que es considerado saludable por la Organización Mundial de la Salud (OMS), y el panorama pinta café.

Los estados de Punjab, Haryana, Delhi y Uttar Pradesh patrocinan la situación actual. Las emisiones que generan empujaron a la Suprema Corte de Justicia a poner un ultimátum: de no ofrecer aire y agua limpios, el gobierno tendrá que pagar una compensación a los ciudadanos al tratarse de la violación de un derecho constitucional. Tal vez una amenaza funcional para los emisores, pero definitivamente una solución mediocre para los receptores. Después de todo, ¿quién dijo que el dinero compra un ambiente despejado?

Sin embargo, los detalles de aplicación se quedaron fuera y prevalece la sospecha de que difícilmente se movilizará el plan de acción en el corto plazo. Por su parte, el juez Arun Mishra declaró que India se ha convertido en un "hazmerreír", al gobierno no ser capaz de proporcionar aire y agua limpios en la capital.

Las políticas proempresariales o la falta de regulación de smog esclarece la ironía gubernamental de empujar el desarrollo nacional con tanto esmero, mientras que pasa por alto una problemática básica para contribuir a la buena calidad de vida de la ciudadanía. Y es que cuando se trata de definir las prioridades, el nivel de desarrollo alcanzado no discrimina: el medio ambiente es dejado al último.

Con la sacudida judicial, las autoridades de Delhi comenzaron a usar pistolas antismog que lanzan agua al aire para tratar de reducir los contaminantes. Además, están explorando una propuesta para introducir tecnología a base de hidrógeno, como alternativa a los combustibles contaminantes. No obstante, la iniciativa de cambio entró por la puerta trasera y a la fuerza. Más aún: con un periodo de gracia para que las autoridades puedan deslindarse de la responsabilidad.

Cabe destacar que, si bien India se mantiene como una de las 10 economías más fuertes del mundo por el volumen de su PIB, a nivel per cápita es lamentable. Los ciudadanos cuentan con un bajo nivel de vida conforme a los estándares del Índice de Desarrollo Humano elaborado por Naciones Unidas, el cual analiza las siguientes vertientes: salud, educación e ingresos.

Si no es de la mano de la población, el desarrollo nacional no avanza con la misma fuerza. Perseguirlo desde la ambición empresarial sin evaluaciones de impacto ambiental, no lo conseguirá. Asimismo, la falta de coordinación que emerge de la democracia descentralizada india y la creciente rivalidad política, deben ponerse a un lado para luchar contra una amenaza que afecta a todos por igual. Después de todo, cuando no quede un solo respiro de aire limpio, cualquier esfuerzo humano se consumirá.

POR CAMILA GÓMEZ DÍAZ BARREIRO
@CAMILAGOMEZDB




lctl