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Repensar la economía

En las manos de diputados y autoridades está el diseño de un presupuesto para 2020 que atienda a los que menos tienen

OPINIÓN

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La lucha contra la pobreza y la desigualdad es una constante a nivel mundial que todavía no se supera, y nuestro país no es ajeno a esta situación.

Estamos hablando de cientos de personas que no tienen acceso a los servicios de salud, educación, a una fuente de empleo formal, sobre todo a una mejor calidad de vida, que sobreviven a diario.

Por ejemplo, llamó la atención que la Academia Real de Ciencias Suecas entregara el Nobel de Economía 2019 a tres investigadores por su aproximación experimental al alivio de la pobreza alrededor del mundo.

No podemos pasar inadvertido este reconocimiento, porque los premiados se concentraron en buscar soluciones para enfrentar la pobreza, a través de la llamada economía del desarrollo.

Ésta se trata del conjunto de prácticas públicas y privadas que promueven la economía de un país o región, favoreciendo la inversión y las oportunidades educativas y laborales.

Los académicos premiados, Esther Duflo, Abhijit Banerjee y Michael Kremer, han descubierto diversas formas que ayudan a mejorar la calidad de vida de las personas que viven en zonas pobres.

Por ejemplo, Kremer detectó que los libros de texto y las comidas gratis no ayudaban del todo a mejorar los resultados escolares.

Duflo y Banerjee, por su parte, concluyeron que lo más efectivo eran los programas de apoyo para los estudiantes y ayudantes de profesores. El cambio fue notorio.

La Academia destacó que los investigadores ganadores contribuyeron a dar un nuevo enfoque para combatir la pobreza, integrando experimentos de campo y estudiando los niveles de productividad en los países en desarrollo.

En nuestro país, la situación no es la mejor, a pesar de que las personas de menos recursos están consideradas en los programas sociales de la actual administración. Hay un rezago y el reto es mayúsculo. Todavía falta mucho por hacer.

Es urgente que la economía mexicana crezca para que el mercado interno responda a las demandas, que haya una mejor y mayor recaudación y que el salario mínimo aumente, además de que se incremente la inversión a la micro, pequeña y mediana empresa.

Urge continuar con la búsqueda de políticas públicas que disminuyan la pobreza y la desigualdad, por lo que los diputados federales y autoridades tienen en su manos diseñar un presupuesto para el 2020 acorde con las necesidades de los que menos tienen, pero también que favorezca a la clase media, que contemple un desarrollo sustentable y que incentive el consumo.

La situación no es fácil. Hace poco, el secretario de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), Víctor Villalobos Arámbula, reconoció ante diputados federales que más de 55% de la población rural nacional vive en pobreza, y de éstos, 16.5% registra pobreza extrema.

En tanto, la Secretaría de Bienestar destacó que existen más de 50 millones de pobres y casi 10 millones de personas están en pobreza extrema, de acuerdo con los reportes que recibió de la pasada administración.

Hay que buscar alternativas para hacer frente al problema de la pobreza y la desigualdad, para juntos poder dar respuesta a la nueva realidad, sumando esfuerzos e ideas para lograr un mejor país.

POR LEONEL LUNA
COLABORADOR
@LEONEL_LUNA


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