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La diferencia

Mercedes se ha convertido en uno de los mejores equipos de la historia en la f1, y así lo demostró en México

OPINIÓN

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La diferencia entre Mercedes y Ferrari es muy evidente: el equipo alemán es capaz de minimizar los daños, trabajar con orden, preparar su estrategia al milímetro, y obstinarse en vencer, mientras que la escudería italiana no aprovecha las ventajas circunstanciales que se le presentan para ganar.

Eso fue precisamente lo que sucedió en el Gran Premio de México, donde lo claro era que Ferrari hubiera hecho un doblete en el circuito capitalino, tal y como ocurrió en 1970, a manos de Jacky Ickx y Clay Regazzoni, o en 1990, por conducto de Alain Prost y Nigel Mansell, respectivamente.

Pero eso no ocurrió, y Charles Leclerc se topó de nuevo con un error estratégico que lo mandó al amargoso cuarto lugar. Vamos, que el monegasco ni siquiera pudo subir al podio, no obstante que había largado adelante en la grilla de partida.

Y aunque se afirme, y con razón, que Sebastian Vettel hizo una buena carrera, eso no era suficiente para dar gusto a los miles de ferraristas que había diseminados en todas las gradas del autódromo capitalino. Ellos no se lo merecen, y menos si a su equipo se le presentan posibilidades reales de ganar.

El hábil undercut que le aplicó Mercedes a Ferrari, al haber llamado a Lewis Hamilton antes a boxes, donde cambió los neumáticos medios por los duros, fue el golpe maestro que contribuyó al triunfo del británico. Además, hay que decirlo, hizo una magnífica gestión de ese compuesto para mantener a raya a Vettel.

El mismo error cometió Red Bull con Alex Albon, en una estrategia calcada a la de Ferrari con Leclerc: hizo dos paradas y, en la primera, en vez de poner el neumático duro, le colocaron de nuevo unos medios que no iban a llegar hasta el final de la prueba. Estaba cantado que la carrera era a una parada y no a dos, pero pagaron el error con un quinto lugar.

Ferrari dejó a su afición con un palmo de narices. Y eso no se vale, sobre todo cuando todo parecía favorable para anotarse este importante triunfo, una vez que se supo que Max Verstappen había sido penalizado y no arrancaría en la pole, y tampoco aprovecharon que, al comienzo de la carrera, el holandés sufrió una pinchadura que lo mandó hasta la última posición, y desde ahí remontó para finalizar en el sexto sitio.

Por su parte, Valtteri Bottas y sus mecánicos merecen una mención honorífica, ya que después del aparatoso golpe que se dio el sábado, durante la última vuelta de la clasificación, el equipo trabajó sin descanso para dejar el W10 listo para la carrera, y el finlandés llegó en tercer lugar.

Lo dicho: las flechas de plata no sólo son el equipo que mejor ha comprendido la era híbrida, sino que están convertidas en una de las más fuertes y consistentes escuderías en la historia de la categoría reina.

POR JUAN ANTONIO DE LABRA

@JDELABRA68

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