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La ciencia es universal

¿Es razonable el propósito de que un país tenga o busque su independencia científica respecto a otros países?

OPINIÓN

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Leía un twitter de la nueva directora del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), donde expresa con nitidez sus propósitos al frente de esta institución. Dice María Elena Álvarez-Buylla Roces: “A 48 años de su creación, el Conacyt inicia una nueva etapa en la que trabajará por la soberanía científica y tecnológica del país. La ciencia de frontera y la ciencia pertinente para atender los problemas nacionales más apremiantes serán los ejes que guíen esta nueva fase”. Llama la atención el concepto de soberanía científica y tecnológica del país, porque ello me remite inmediatamente a la idea de que la palabra soberanía se vincula, desde el punto de vista político, a poder, a autonomía, a independencia. Pondré un ejemplo que todos podríamos comprender. México es un país independiente y soberano, y la soberanía de la nación reside en el pueblo. Esto lo hemos escuchado infinidad de ocasiones, y es uno de los principios fundamentales de la gran transformación para la humanidad que significó la Ilustración. La soberanía reside en el pueblo y no en el monarca, el que supuestamente lo era por designio divino. Por lo tanto, el concepto de soberanía es esencialmente político, y en razón de ello, se utiliza para referir a la autodeterminación de un pueblo para darse su plena independencia. En consideración a lo anterior es que el concepto de soberanía científica de un país, hablaría, supongo, de la independencia que tendría un país respecto a los asuntos de la ciencia. Pero ¿es razonable el propósito de que un país tenga o busque su independencia científica respecto a otros países? Me parece que no sólo no es razonable, sino incluso resultaría en una pretensión absurda. Para intentar ser más explícito: ¿podríamos, como país, aspirar a que adquiriéramos independencia en la ciencia de la Biología, en la de la Física, o incluso en el conocimiento de las ciencias políticas y sociales? ¡No, desde luego que no! No habría posibilidad alguna, porque el desarrollo del conocimiento científico es universal y México, como cualquier otro país o comunidad, participa de él y suma al mismo. Hay biólogos, matemáticos, físicos, astrónomos, economistas, sociólogos, médicos, químicos, que nacidos en México o nacidos en cualquier otro país, y residiendo, trabajando, investigando en nuestros institutos, universidades, contribuyen al desarrollo de nuestro país, pero, sobre todo, aportan al conocimiento científico de la humanidad toda. Afirmo que el Conacyt, nuestras universidades, institutos, centros de investigación científica debieran tener mucho más apoyo del gobierno para que avancen, los estudiantes e investigadores, en el conocimiento científico universal y de esa manera apoyen al fortalecimiento del país, y participen de la construcción de una sociedad justa, igualitaria, pacífica. @JESUSORTEGAM