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¿Mad Mex?

OPINIÓN

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Sobre la estrategia del Presidente Andrés Manuel López Obrador para controlar el robo de hidrocarburos privó un enfoque radical que está llevando a un callejón sin salida al gobierno, menos robo a cambio de un mal necesario: un sistema de transporte más oneroso e inseguro. Por supuesto que en la problemática ha tenido un peso importante la corrupción y la colusión de empleados de Pemex. La información de logística para el transporte de combustibles por ductos estaba fluyendo como la misma gasolina directo hacia la delincuencia organizada para sustraerla ilícitamente. Sin embargo, el problema sigue siendo cómo llevar a cabo la distribución de hidrocarburos en una red que aún está bajo control del crimen. No hay método de transporte más eficiente y económico que los ductos, por lo tanto, la opción para el gobierno federal no es otra que retomar el control de los mismos. He ahí el meollo del asunto. La vigilancia de los ductos por parte de las Fuerzas Armadas resulta indispensable pero aún es insuficiente, faltan acciones de inteligencia. El gobierno argumentó que el desabasto se debe a la nueva estrategia para abatir la ordeña ilegal de los ductos, y a la decisión de dejar de usar este medio de transporte y reducir la presión en los ductos para evitar que se roben el combustible. El resultado es que una menor cantidad de gasolina está llegando a las terminales desde donde se despacha a las gasolineras. Las alternativas para el transporte de gasolina no son muchas, ya que actualmente la flotilla de Pemex es de mil 485 pipas, y necesitaría crecer de manera acelerada para garantizar el abastecimiento a las gasolineras. Por ejemplo, en la zona metropolitana de Guadalajara se estima que se consumen diario 60 mil barriles. Para abastecer esa cantidad, el poliducto de Salamanca, que alimenta las TAD, es capaz de cubrir de manera sobrada esa demanda, puesto que su capacidad es superior en 20 mil barriles diarios. Entonces, si se utilizaran pipas para llevar el combustible directo desde las refinerías a las estaciones de servicio, se requiere el equivalente a 477 pipas fluyendo diario hacia las más de 450 gasolineras que existen en esa zona. De ahí el retraso en la distribución. En ninguna parte del mundo se prefiere utilizar como medio de transporte los autotanques (pipas) por encima de los poliductos por dos razones: transportar por pipas es más costoso e inseguro. En Estados Unidos 70% de crudo y refinados se traslada por medio de poliductos, y en Canadá asciende a 97%. Debido a que es considerado el más inseguro de los cuatro tipos posibles de transporte para las personas y las propiedades, las pipas trasladan sólo 4% de combustible en la mayor economía del mundo. No queda claro si la estrategia será distribuir de manera permanente el hidrocarburo por medio de pipas, pero dada su mayor ineficiencia e inseguridad para transportar la gasolina hasta el consumidor final, es evidente que debe ajustarse y garantizar el paso seguro de la gasolina a través de los ductos. ¿Cuánto capital político y social estará dispuesto a perder el Presidente López Obrador ante un nuevo sistema de logística que puede afectar la movilidad de millones de ciudadanos por los problemas de abasto que genera?  

@ETELLEKT_