En los últimos años recordamos la hazaña de Antonio Argüelles, al cruzar los siete mares, y le seguirán Mariel Hawley y Nora Toledano, quienes ya tienen seis conquistados y quizá antes de que termine el año buscarán su séptimo.
En total, son 31 nadadores mexicanos quienes han logrado cruzar, por ejemplo, el Canal de la Mancha, dos de ellos apenas lo lograron ayer, Carlos Franco y Pedro Rangel, éste último nadador paralímpico, el primero que lo logra en esta categoría. Toledano sobresale en el selecto grupo de los 31, ya que en dos ocasiones ha realizado el doble cruce del canal y desde ya hace varios años, además de seguir con sus metas personales, se ha dedicado a entrenar a varios nadadores para éste tipo de retos.
En mi etapa de nadador, me tocó entrenar junto con Nora y tener como entrenador a Raúl Villagómez, quien también tuvo una época dorada en las competencias de gran distancia en aguas abiertas. Pareciera que en esa época ya delineaba la carrera y el futuro de ella, pues recuerdo perfecto sus entrenamientos sabatinos (esporádicos) de 4 x 3000 metros, pero claro, en alberca y a temperatura más fría, a 26 grados centígrados. Quienes cruzan el canal, nadan los 33 kilómetros que separan Inglaterra de Francia a temperaturas de 13 a 16 grados, en ocasiones a favor de la corriente, pero también en otras en contra, lo que hace aún más complicados los cruces.
Hay que diferenciar las aguas abiertas competitivas a las de reto, aquellas en las que se compite para ser el primero y que salen juntos los nadadores contra aquellas que se sale solo y lo que se busca es cumplir la distancia, ciertamente cronometrado para el récord personal y de la historia, sin embargo los objetivos son diferentes, así como las reglas, pues en las aguas abiertas de competencia hay un límite mínimo y un máximo en la temperatura para cuidar la integridad de los atletas en un máximo esfuerzo.
En México cada vez hay más eventos de aguas abiertas, con la lógica de los grandes litorales que se cuentan, siendo quizá Quintana Roo el estado que más lo promueve, así como desde hace mucho Chiapas tiene la competencia en el Cañón del Sumidero, la cual ya es tradición en los nadadores de gran distancia.
Va mi reconocimiento a todos los atletas que se han impuesto el reto de cruzar alguno de los canales y estrechos que hay en el mundo, sin duda debe ser una gran experiencia adentrarte al mar solo, en agua fría, contigo mismo, en ocasiones de noche, con la certeza de que la embarcación que te cuida estará cerca de ti.
El 2018 será recordado quizá como uno de los más activos para nadadores mexicanos en ésta difícil actividad, el nado de aguas abiertas.
Por JUAN MANUEL ROTTER
@JMROTTER