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Un reflejo lamentable

OPINIÓN

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Una vez más la violencia se hizo presente en el futbol mexicano, poniendo en peligro la vida del joven Rodolfo Palomo Gámez, aficionado de los Tigres, quien fue golpeado y apuñalado por seguidores de los Rayados, previo al clásico regio que se disputó el domingo en el Estadio Universitario. Este lamentable proceder volvió a encender las alarmas en torno a una situación que no se ha atacado de fondo en el balompié mexicano, pues hay que recordar que a lo largo de esta década hemos sido testigos de actos violentos en diversos choques, como los clásicos tapatíos en 2014 y 2015, el Santos vs. Tigres en 2016, o el Veracruz ante los propios felinos norteños en 2017, por citar sólo algunos ejemplos, pero que desgraciadamente también tiene que ver con la descomposición de una sociedad cada vez más agresiva. Prueba de ello es la manera como se exacerban los ánimos a través de las redes sociales, donde la libertad de expresión se confunde con el libertinaje que en muchas ocasiones brinda el anonimato, por lo que desde ahí la autoridad debe tomar cartas en el asunto, en pos de prevenir hechos como el ocurrido en Nuevo León. La violencia verbal es el pan de cada día en la interacción, y esto se ha tomado como “normal” cuando no debería ser así, puesto que en todo debate, incluidos los temas polémicos, cada quien puede tener su punto de vista y expresarlo, pero sin querer imponerlo al interlocutor, en aras de evitar un exabrupto que pase de las palabras a los hechos. Hay que dejar en claro también que cuando existe una conglomeración, la misma puede comportarse de forma distinta a lo que haría cada persona de manera individual, por lo que otra buena medida sería evitar que estos grupos se formaran en lugares alejados de los estadios, ya que en años recientes una de las acciones que se han implantado en los inmuebles es el brindar acceso a las porras y barras por zonas distintas, en aras de disminuir los desmanes dentro y fuera de los mismos. El objetivo es tener a estos grupos controlados en donde existe un mayor número de elementos de protección, a diferencia de lo ocurrido horas antes del clásico regio, donde los fanáticos rayados superaban en número a los elementos de seguridad de los alrededores; pese a ello, estas medidas no han logrado acabar con los actos vandálicos. Ayer el gobierno de Nuevo León dio a conocer algunas disposiciones para intentar contener estos brotes, entre las que se incluye el no propagar mensajes de odio en redes sociales, prohibir el acceso al estadio a las barras visitantes, y no permitir las caravanas, entre otros puntos, pero la realidad es que aún falta mucho trabajo para erradicar este mal, por lo que mientras las diversas autoridades hagan caso omiso a las llamadas de atención y apelen a la desmemoria, hechos como el del domingo no cesarán e incluso pueden incrementarse, ya que los actos violentos, en gran medida, son un lamentable reflejo de lo que hoy vive la sociedad. Por ello es importante mantener la alerta siempre, priorizar la prevención y sancionar con firmeza cualquier acto delictivo.  

Por ALEJANDRO ASMITIA V.

@ALEX_ASMITIA