El 6 de septiembre de 2017 el todavía jefe de Gobierno de la Ciudad de México Miguel Ángel Mancera (ahora senador), entregó departamentos a personas damnificadas del sismo de 1985.
Los beneficiados habían vivido los últimos 32 años en campamentos.
“Esta necesidad de la ciudad se tenía que atender, hacerle justicia a 30 años de olvido, porque eso es lo que la ciudad va después acumulando, aquello que se vuelve como los olvidados, como los que no existen”, dijo.
Hoy, al cumplirse un año del sismo del 19 de septiembre de 2017, con una tristeza profunda debemos preguntarnos: ¿cuánto tiempo tendremos que esperar para que las personas damnificadas reciban un apoyo integral y resarcimiento del daño?
En diciembre pasado, el entonces comisionado para la Reconstrucción de la Ciudad de México, Ricardo Becerra, aseguró que “al menos la mitad de los damnificados por el sismo del 19 de septiembre en la capital son personas mayores, con pensiones muy bajas”.
Según la organización Damnificados Unidos “sólo en la capital hay tres mil 871 hogares afectados. En tres cuartas partes vivían personas mayores”.
Diferentes medios de comunicación (periódicos, revistas, radio, televisión y plataformas de internet) han documentado casos espeluznantes de desatención a personas mayores damnificadas.
Por ejemplo en los multifamiliares de Tlalpan, donde se reportó que “han fallecido nueve personas mayores que vivían en los albergues, por enfermedades respiratorias y complicaciones en su situación de salud”.
No se han tomado en cuenta los derechos, necesidades y contribuciones de las personas mayores en la acción gubernamental respecto a los sismos. Se ha desatendido sistemáticamente la perspectiva de vejez y envejecimiento en la generación de políticas públicas de protección civil y reconstrucción.
Tampoco se han visto los efectos del convenio que firmaron en abril pasado el gobierno capitalino, el Instituto para la Atención de los Adultos Mayores y el Instituto de Vivienda de la Ciudad de México, con el cual se apoyaría con créditos de vivienda a los adultos mayores que resultaron afectados por el sismo del 19 de septiembre.
Se dijo que esos créditos serían para las personas que cuenten con la Tarjeta de Pensión Alimentaria, y de ahí se les descontarían 400 pesos mensuales por su préstamo.
Esa fuerza solidaria que se mostró hace un año en las calles, los días posteriores al sismo, tendría que replicarse ahora en la exigencia de transparencia, acciones concretas. También, por supuesto, en que no haya más personas en campamentos.
No permitamos que el 19 de septiembre se convierta solamente en una fecha conmemorativa.
PRESIDENTA DEL COMITÉ DE DERECHOS HUMANOS AJUSCO
@COMITEDHAJUSCO
Miércoles 15 de Enero de 2025