De acuerdo con el análisis que presentamos, el Dr. Ernesto Villanueva y yo en el libro Parásitos del Poder de Editorial Proceso, pudimos advertir lo que nos cuesta a los mexicanos en promedio mantener a un ex presidente de la República al mes –cinco millones de pesos aproximadamente–. Este gasto resulta por demás excesivo y oneroso, al ser México el país que más dinero y privilegios le otorgan a un exmandatario comparándolo con 21 países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, OCDE.
Durante la campaña del entonces candidato Andrés Manuel López Obrador, éste tuvo a bien favorecer la propuesta de erradicar las pensiones expresidenciales. Sin embargo, para realizar un verdadero cambio, el ahora Presidente Electo deberá optar no solo por suprimir o disminuir el monto de las pensiones, sino eliminar por completo los apoyos, subvenciones y privilegios que reciben los exmandatarios.
Veamos, si se suprimiera el monto por concepto de pensión que se le otorga a un ex presidente de conformidad a los anteriores Presupuestos de Egresos de la Federación, se estaría eliminando lo equivalente al salario mensual de un secretario de Estado nivel A
–más, menos $205,000.00 pesos-.
No obstante, como lo hemos venido manifestando la pensión de los expresidentes no constituye únicamente dicha cantidad, ésta requiere ser vista como un todo.
Los apoyos, subvenciones y privilegios que reciben los exmandatarios, deben ser eliminados, porque al incorporarlos como parte de la pensión es cuando la cantidad a erogar aumenta exponencialmente y no tienen razón de ser. En nuestra opinión, el futuro Presidente Constitucional haciendo uso de sus facultades podrá no implementar los acuerdos que hoy respaldan las pensiones expresidenciales y no incorporar al Presupuesto de Egresos de la Federación dichos montos, toda vez que al no haberse publicado en el Diario Oficial de la Federación los citados acuerdos son inexistentes desde el punto de vista jurídico, por lo que los expresidentes no podrán alegar que las pensiones fueron derechos adquiridos en caso de no seguir recibiéndolas.
¿Pero qué hacer para eliminar los apoyos, subvenciones y privilegios que hoy reciben y disfrutan los expresidentes? La respuesta está en reformar el Reglamento del Estado Mayor Presidencial a fin de eliminar todo el apoyo por parte de los miembros de la milicia o cualquier otra corporación de seguridad pública a los exmandatarios, además de los gastos de oficina y de salud que reciben para ellos y sus familias. Es en estos rubros donde no existe transparencia y los recursos materiales y humanos que se les otorgan son discrecionales e ilegales.
Corresponderá entonces al futuro gobierno, tomar la decisión de suprimir del todo dicha pensión o adecuarla a las políticas públicas de austeridad que pretenden implementar. Pero insisto, si no se eliminan los gastos de representación, seguros médicos y demás apoyos que reciben los exmandatarios, no se podrá hablar más que de una mera simulación.
Hilda Nucci González: AMLO y las pensiones expresidenciales
Corresponderá entonces al futuro gobierno, tomar la decisión de suprimir del todo dicha pensión o adecuarla a las políticas públicas de austeridad