Francisco Gárate Chapa: Nuevo aeropuerto de la CDMX, entre la necedad y la necesidad

Uno de los temas que el presidente electo de México, Andrés Manuel López Obrador, planteó en campaña, fue la cancelación del proyecto de construcción del Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México, que sea dicho de paso, no es un proyecto que haya nacido en la actual administración, sino que de manera ya muy cierta y definida surgió en el sexenio del presidente Vicente Fox. Buscándole una explicación a la negativa de AMLO para esa importante y necesaria obra de infraestructura, que ha dicho que es muy onerosa, quisiera encontrarla en los procesos de licitación, con una duda sobre la pulcritud de los mismos, que han llevado este proyecto de un cálculo inicial de 169 mmdp a 288 mmdp, en los que ciertamente habría que considerar la depreciación del peso frente al dólar. Sin embargo, vale la pena hacer la revisión de algunos datos respecto de este proyecto de nuevo aeropuerto de la Ciudad de México: 1. Señalan especialistas que el actual aeropuerto de la CDMX tiene una capacidad de 35 millones de pasajeros al año y su frecuencia actual es de 42 millones, con tasas de crecimiento de pasajeros cercanas al 9% anual; es decir, se encuentra ya muy superada su capacidad con el consecuente riesgo de accidentes y de que se colapse. 2. Hoy en México la tercera fuente de divisas lo representa el turismo, en 2017 significó la derrama de turistas extranjeros la cantidad de 21 mmdd. La actividad turística es muy importante porque es de las ramas económicas que de manera más intensiva requiere de personal. 3. En la etapa de construcción del nuevo aeropuerto, según analistas económicos, se podrán estar creando alrededor de 40 mil empleos, ya en su operación se podrían generar aproximadamente 450 mil empleos directos. 4. La construcción del nuevo aeropuerto está ya ayudando; sin duda, a la regeneración urbana de la depauperada zona oriente del Estado de México; al reordenamiento urbano, está dándole un nuevo rostro; y, lo más importante, está generando empleos que ayudarán a la realización personal de millones de habitantes del país. Otras voces se han alzado contra el impacto ambiental que pudiera significar la construcción, pensar que una obra de ésta magnitud no va a afectar, sería iluso, tal como ahora el actual aeropuerto lo representa; lo más importante es que se tomen las medidas correctivas y acciones necesarias para superarlo. En suma, poder cristalizar el proyecto del nuevo aeropuerto de la Ciudad de México es una necesidad con un alto y positivo impacto económico, de regeneración urbana y de oportunidades de desarrollo personal para muchos mexicanos que actualmente tienen escasas o mediocres oportunidades; por el contrario, oponerse es una necedad sin lógica, sin razón y sin sustento. PS. Por cierto, en dónde andará el gobernador del Estado de México, que no se ha pronunciado públicamente respecto de este asunto.   Francisco Gárate Chapa Ex representante del PAN ante el INE