Los días y los años: José Luis Camacho

Se ha conducido con un perfil pertinente, está a buen resguardo de las disputas internas del PAN

Diego Sinhué, como se le conoce popularmente en Guanajuato, en el estado que gobernará a partir del 26 de septiembre próximo, se inscribe en el contexto de los nuevos gobernadores elegidos en las recientes elecciones con un distintivo por demás relevante: Guanajuato fue la ÚNICA entidad federativa en la que Andrés Manuel López Obrador no obtuvo el triunfo en los pasados comicios del 1 de julio. Los números dieron como ganador a Ricardo Anaya en la disputa por la Presidencia de la República. Pero el controvertido ex candidato de la coalición PAN-MC-PRD jamás tuvo el menor arraigo en la zona política clave del Bajío. Pero esa elección la ganaron una ya larga inercia panista y la figura fresca de Diego Sinuhé Rodríguez Vallejo con su hábil estrategia de dejar que los aspirantes tradicionales se eliminaran solos luchando por conseguir la simpatía de Ricardo Anaya Cortés. Un apoyo, el de Anaya, que a final de cuentas no les sirvió para nada a quienes fueron los competidores de Rodríguez Vallejo. Ganar la candidatura del PAN al gobierno de Guanajuato fue producto de un diseño político de Rodríguez Vallejo que consistió en ir dejando en el camino a connotados miembros de los grupos y camarillas de ese partido que se cobijan alrededor de la críptica cofradía política-religiosa conocida como El Yunque. En Guanajuato tanto Diego Sinhué como el propio gobernador Miguel Márquez, que sin duda fue su principal apoyo, se cuidaron con mucha eficacia de no contaminarse de la encarnizada lucha que libraron a nivel nacional los grupos de Margarita Zavala y de Ricardo Anaya Cortés. Las declaraciones iniciales de Rodríguez Vallejo una vez que en los comicios de julio pasado relegó al PRI al tercer lugar de la correlación de fuerzas políticas en el Estado dejando como segunda representación a Morena, fueron en el sentido de que sería un mandatario que trabajaría de manera respetuosa e institucional con quien resultara ser el próximo presidente de México. Rodríguez Vallejo se ha conducido desde entonces con un perfil pertinente que lo tiene a buen resguardo de las disputas nacionales que todavía libran los partidos, entre ellos el suyo que es el PAN, peleando magramente el dudoso honor de ser los mejores organizados para convertirse en la oposición real y negociadora con el gobierno de un triunfador contundente como es Andrés Manuel López Obrador. El PAN conservó el gobierno de Guanajuato presentando una opción fresca y renovada como es Diego Sinhué y con ello se ha iniciado una profunda renovación de cuadros de ese partido para mantenerse como su principal enclave político electoral en el contexto nacional.