Las mujeres generan negocios exitosos en el turismo. Ejemplos: María Teresa Cazola Bravo, en 1985 siendo maestra de secundaria y con cuatro hijos, decidió empezar a vender pasteles a familiares y amigos, a raíz del éxito, comenzó a elaborar una mayor cantidad de productos. En la actualidad su empresa, bajo la marca Tere Cazola, cuenta con 39 sucursales en Yucatán, Cancún, Tabasco y Campeche.
Martha Santos, creó la marca “MS Expediciones”, una de las operadoras turísticas más importantes de la Huasteca Potosina; Carmen Titita Ramírez Degollado, llevó su pasión por la cocina a uno de los restaurantes mexicanos más reconocidos: El Bajío; Alejandra González Anaya, bailarina, fundó la productora de espectáculos Anima Inc.
Cristina Pineda y su socio, Ricardo Covalín, como empleados del INAH, aprovecharon sus capacidades de diseño para recrear elementos de la cultura mexicana bajo la marca Pineda Covalín de ropa y accesorios. Hoy en día, tienen 27 boutiques en México y presencia en centros comerciales en Canadá, España, Portugal, Francia, Bélgica, Alemania, Italia, Marruecos, India, entre otros.
Las mujeres tienen un gran espíritu emprendedor. En México tres de cada cinco nuevas PyMes están lideradas por mujeres.
La aportación de las mujeres va más allá de su esfuerzo individual, varias asociaciones atraen a las grandes profesionales del sector y en los últimos años han visto sus membresías florecer. La pionera en este sentido fue la CONFETUR, Convivencia Femenina de Turismo en 1967, creada para velar por las trabajadoras del turismo. Tres años más tarde nació la Asociación Femenil de Ejecutivas de Empresas Turísticas de la República Mexicana (AFEET), la cual para 1980 generó una versión primero latinoamericana y luego iberoamericana, la FIASEET, Federación Internacional de Asociaciones de Ejecutivas de Empresas Turísticas.
Las asociaciones permiten a las mujeres contar con una red de colaboración y actualización profesional que intercambia ideas, conocimiento y genera oportunidades para fortalecer las organizaciones para las cuales trabajan o hacer crecer sus propios negocios, también ofrecen un espacio de reflexión y trabajo conjunto sobre los temas que afectan al sector. Las asociaciones femeninas se han involucrado en apoyar iniciativas para proteger a los niños, niñas y adolescentes en el sector turismo y a contrarrestar un fenómeno lacerante en el mundo, la trata de personas.
La sociedad articulada es indispensable para construir el México desarrollado y sostenible que queremos. Las mujeres del turismo tenemos mucho más qué aportar para ello en todas las localidades turísticas del país.