Cellpay una fintech clave

Las empresas de Tecnología Financiera, llamadas coloquialmente fintech, se encuentran en plena consolidación en México, ya que ahora cuentan con una regulación y ven en el país un gran ?potencial. En este panorama, una fintech que anda muy activa y con agresivos planes para el mercado es CellPay, dirigida por Lucio Arreola Alvarado, que por cierto, la próxima semana dará a conocer su plataforma. Esta empresa, que emite tarjetas de crédito, complementa su oferta con una aplicación móvil para hacer transferencias, órdenes de retiro, y pago de servicios, entre otros. Es decir, como un banco, pero todo mediante la tecnología. La tarjeta combinada con la app móvil que funciona en Android e iOS, permite a los clientes acceso al sistema financiero. Actualmente opera con la marca Carnet y se estima también emitir MasterCard para finales de 2018. Se busca con este producto revolucionar la forma de otorgar crédito y disponerlo, con medios de pago móviles de bajo costo. CellPay Fintech también sirve a entidades financieras y comerciales para otorgar a sus clientes un medio de disposición o crédito con su marca y aumentar la relación de negocios entre ellos. Las fintech son un negocio emergente y se estima que a escala internacional existen unas 9 mil empresas y emprendimientos de este tipo, que operan unos 880 mil millones de dólares; es decir, 1.6 por ciento del Producto Interno Bruto mundial. En América Latina, México es el líder, con unas 240 empresas fintech, según datos de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), que lleva Bernardo González. Todas ellas reguladas por la Ley Fintech, donde la Secretaría de Hacienda, de José Antonio González Anaya, lleva mano. Otras de las instituciones que participan en este proceso regulador son la misma CNBV; el Banco de México, comandado por Alejandro Díaz de León; la Condusef, que lleva Mario Di Constanzo; y el SAT, de Osvaldo Santín, entre otros. Sin duda, CellPay tiene todo para convertirse en un referente del sector en México. CASH La elección y el cambio de gobierno están generando incertidumbre para estados y municipios en materia de recursos. No se sabe si las nuevas administraciones locales darán continuidad a los compromisos de infraestructura, de acuerdo con la calificadora Fitch Ratings. En pocas palabras, se acaba el sexenio y con él el Plan Nacional de Infraestructura, por lo que algunas obras y proyectos podrían ser abandonados, pues mucho dependen de los recursos transferidos por el gobierno federal. Es un gran reto el que tendrá que encontrar el próximo titular de la SCT, más allá del nuevo aeropuerto de la Ciudad de México, donde se han centrado los reflectores, pues hay estados donde el tema de infraestructura sigue frenando la productividad y el crecimiento.