Este mismo estadio enclavado en Moscú –la ciudad europea con mayor población–, fue quien recibió en su carácter de olímpico a los Juegos de 1980. Y este inmueble, ahora totalmente renovado, tuvo una ceremonia inaugural que resultó ser breve, pero muy vistosa con la presencia de la estrella pop Robbie Williams, y la diva de la ópera, Aida Garifullina, ante más de 80 mil fanáticos, y llegó a millones a través de la televisión.
La bienvenida estuvo a cargo de la máxima autoridad rusa, Vladimir Putin, quien dijo: "Nuestro corazón late con fuerza por este deporte. Somos un país abierto y hospitalario en el que nuestros invitados encontrarán muchos amigos", y nos confirmó lo que luego de una semana de haber arribado a Rusia hemos constatado:
Rusia es un gran país, y todo lo tienen a punto; no hay detalle olvidado. Los rusos están atentos a auxiliarte, aunque generalmente la comunicación es complicada, ya que muy pocos hablan inglés, y español, mucho menos.
Sin embargo, el apoyo logístico y de aplicaciones resuelven cualquier contratiempo.
Además, la infraestructura es fenomenal (hoteles, aeropuertos, vías de comunicación para auto o tren son funcionales). Y si hablamos de belleza arquitectónica, Moscú, ha superado mis expectativas; es monumental, francamente, una belleza. La Plaza Roja, y su entorno, son una maravilla justo a un costado el imponente Kremlin.
Este evento sirve para que el mundo tome un respiro, y se detenga para observar a los gladiadores actuales, con batallas en la cancha en pos de un balón (Telstar) para llevarlo a la portería contraria y convertirlo en gol. Sirve para que los pueblos se hermanen, para que un solo país, en este caso Rusia, se den la mano árabes y rusos, coreanos y suecos, mexicanos y alemanes. Así como todos los visitantes de cualquier nacionalidad estrechen lazos de amistad. Y sirve para que cada país esté de fiesta durante 32 días, y vitoré a sus héroes luego de épicos duelos, pero sirve, sobre todo, para que disfrutemos de este juego, el más popular del planeta, y ver cómo el mundo literalmente gira en torno a un balón.
La selección nacional rusa arrasó a Arabia Saudita (5-0) y arrancó lo que cada cuatro años esperamos ansiosos. Y éste se proyecta para ser uno de los mejores de la historia, tiene todos los ingredientes, un gran país anfitrión, grandes selecciones, la Era Messi, y Ronaldo, en plenitud.
La participación de nuestra selección azteca, más allá del ambiente adverso de las últimas semanas (lesiones y escándalos extracancha, sin duda, alguna este último no es un tema menor) nos ilusiona, y ahora que estamos sólo a horas de enfrentar al campeón mundial en el Estadio Olímpico Luzhnikí, es una emoción que solo este deporte nos puede provocar. Así que dispongámonos a gozar y disfrutar. Mañana es domingo, y no sólo juega México vs. Alemania, es Día del Padre, así que felicito a todos los papás de nuestro país, y ojalá se pueda festejar doble.