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Un largo camino

OPINIÓN

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CABALLOS DE TROYA   Aterricé en Buenos Aires a finales de junio de 2011. River Plate se jugaba la categoría e intenté a toda costa asistir a tan histórico acontecimiento. Para mi buena fortuna presencié lo sucedido aquella tarde del 26 de junio de 2011 desde una cafetería en Avenida de Mayo, a la postre los riesgos de estar ahí eran demasiados. Imposibilitado para jugar la vuelta en el Monumental, Almeyda presenciaba desde afuera de la cancha el cruel destino del equipo con el que 15 años antes, justo el 26 de junio, había ganado la Copa Libertadores. El espectáculo fue desgarrador y violento, pero el destino ya había marcado el camino de Matías incluso antes de tan lúgubre momento. Ese banquillo era una papa caliente que nadie quería tocar, la presión por devolver al equipo a primera en tiempo récord era altísima, las finanzas del club destrozadas y una larga lista de inconvenientes que hacían ver más cuesta arriba una aduana de por sí azarosa.  Almeyda, no obstante, no dudó y pasó de ser jugador a entrenador. A lo largo de 38 semanas vivió las vicisitudes de la división de ascenso, llegando a la última jornada con Quilmes e Instituto pisándole los talones. Aquella tarde en el Monumental pude ver a una persona que había transitado diversos papeles, pero cuya misión primordial era devolver a su equipo a primera, dejar a un lado el ego para simplemente quitarse esa pesada loza de encima y seguir adelante. El equipo que vino más adelante ha sido uno de los más exitosos en la historia de la institución. Pocos se lo han reconocido, pero Almeyda es clave en dicha gesta. A su llegada a México habló con la misma pausa y temple que le escuché varias veces en su tierra natal. Después de lo vivido con el equipo millonario, parecía difícil verlo alterado, a pesar de dirigir al equipo más popular de México. La resistencia ante su llegada fue mucha y, al igual que después de aquel fatídico domingo de junio de 2011, logró alcanzar con trabajo y humildad lo que ahora lo tiene posicionado como uno de los técnicos más importantes en la historia de Chivas. ¿Por qué importante más allá de ganador? Porque en este deporte tendemos a privilegiar el resultado sin entender el camino. Almeyda logró darle calma a un equipo que batallaba por no descender, en el que la perspectiva administrativa y económica prevalecía por sobre la deportiva, un equipo que no correspondía a su identidad. A lo largo de ese camino clasificó a Chivas al Mundial de Clubes. No obstante, aquello que lo alejó del futbol como jugador es lo que ahora parece nuevamente interponerse en su camino. Almeyda no toleraba la falsedad en un ambiente que se caracteriza por ser mezquino. Ahora, deja al equipo en la antesala de lo que podría ser una de sus peores etapas: sin refuerzos, sin dinero, sin entrenador y con el vestidor roto. Al final, la historia le ha dado nuevamente la razón y lo ha mantenido, a pesar del dolor, lejos de la hipocresía.   “AQUELLO QUE LO ALEJÓ DEL FUTBOL COMO JUGADOR ES LO QUE VUELVE A INTERPONERSE EN SU CAMINO: LA FALSEDAD”   Por Marion Reimers marion@versus.mx