Llamado humanitario y al fin de la precariedad

En la semana del Día Internacional del Trabajo y  siete décadas de labor multilateral en el continente americano, se ha convocado a la paz,  equidad y la acción humanitaria. Los acontecimientos y preocupaciones expresados por los países de la región merecen ser tomadas en cuenta con especial atención en el análisis de la coyuntura global. Mesoamérica participa en la celebración del 70 aniversario de la OEA, fundada el 30 de abril de 1948 en la ciudad de Bogotá, Colombia, cuando se firma la Carta de la Organización. Estos 70 años han dejado marca en la región con decisiones de enorme trascendencia para la vida de los países en los que algunas de las crisis políticas internas han tenido fuertes consecuencias regionales. Una de ellas, es la convocatoria urgente para la realización de una sesión del Consejo Permanente para  deliberar sobre la situación humanitaria que vive la población venezolana y su impacto en los países de la región realizada por México, Guatemala, Honduras, Costa Rica y Panamá junto con Argentina, Brasil, Canadá, Chile, EU, Paraguay y Perú, que inició el 30 de abril. Para comprender la trascendencia histórica de la organización para la región, es necesario colocar en perspectiva sus aportes y desafíos. Un ejemplo, las decisiones en materia de derechos humanos como la propia instalación de la sede de la Corte Interamericana de Derechos Humanos en Costa Rica; o la contribución de la OEA a la construcción de acuerdos para la paz ante décadas de conflicto en Guatemala, El Salvador y Nicaragua hace pocas décadas. En años de dedicación al fomento de medidas de confianza y comunicación, la cooperación en materia de cultura, educación, salud, situación de la mujer, el diálogo político y la participación regional en el marco hemisférico han sobrevivido crisis y variaciones políticas e ideológicas en diferentes contextos internacionales. El llamado a la apertura de un canal humanitario ante el impacto de la crisis política en Venezuela se suma estos días a los llamados  internos en favor de la paz y el fin de la precariedad laboral ante los desafíos que representan los cambios económicos globales, los conflictos político-electorales y las violencias que siguen mostrando no ceder en número. Las preocupaciones económicas y sociales siguen marcando pauta en una discusión hemisférica en un contexto en el que la polarización, la desigualdad económica y la precariedad laboral preocupan a sus habitantes. Una muestra han sido las manifestaciones sociopolíticas en torno al día del trabajador el  1 de mayo. Después de la pertenencia a la ONU, los países de Centroamérica, Mesoamérica y El Caribe representan en su conjunto un espacio de las relaciones internacionales cuya fuerza y recomendaciones no sólo es deseable sean tomada en cuenta, sino apoyadas en la determinación del rumbo de la agenda internacional en el momento crítico para la paz y el desarrollo global, que se observa en el actual contexto global. * Catedrática universitaria