En silencio me han dejado

Recuerdo perfecto la impresión que me dio Krasinski cuando lo entrevisté hace como 10 años por la cinta Licencia para casarse. No pasaba de ser uno de estos actores que se mantienen en un perfil bajo, muy metidos en la comedia, talentosillo, sí, pero hasta ahí. La verdad es que yo sólo lo conocía como uno de los protagonistas de la adaptación estadounidense de la serie The Office. Ha tenido papeles en películas importantes, pero digamos que su carrera hasta hoy no pesaba más que su título de Sr. Esposo de la actriz Emily Blunt y seguro, hasta ese dato, debe ser novedad para muchos. Bien decía mi abuelita: "Cuídate de las aguas mansas, mijita". Y qué razón tenía. John, pareciera que iba preparando su carrera como cineasta por internet. Dirigió y escribió un proyecto por el 2009, un par de capítulos de The Office, una comedia en 2016 que pasó sin pena ni gloria y de pronto... ¡PUM!... Salió sigiloso, se arrastró cual serpiente entre los estudios de Paramount para saltar a los cines del mundo y presentarnos Un lugar en silencio, que, sin duda alguna, es la película más estresantemente deliciosa que he visto en los últimos años. Creo que desde 28 días despuésRec y alguna que otra película del tipo apocalíptico, no me sentía tan nerviosa en una sala de cine, hasta que vi Un lugar en silencio. El filme tiene la esencia de esta clase de cintas y hasta ahí les voy a contar sobre la trama, porque soy de la idea que algunas cintas se deben de ver con la menor información posible para evitar caer en predisposiciones y que sea una verdadera sorpresa el encuentro con ellas. Por lo menos así fue mi experiencia con esta cinta que además de ser producida, dirigida, coescrita y protagonizada por Krasinski, el actor comparte créditos con su mujer Emily Blunt, la joven actriz sordomuda Millicent Simmonds (Wonderstruck) y el pequeño Noah Jupe (Extraordinario). Desde que comienza y hasta el final, hay que estar en silencio para disfrutar de esta película como se debe. Y cuando digo SILENCIO, me refiero a no masticar palomitas, evitar hacer ruido con el popote, no moverse del asiento y dejar el celular. La película dura apenas una hora y media por lo que ni necesitarán bajar el teléfono. Es impresionante lo que hace John Krasinski para mantener la tensión todo el tiempo. Desde Gravity, no disfrutaba tanto la ausencia de ruido, en un gran porcentaje de la película. Es una cinta que te lleva de una emoción a otra, pero, sobre todo, sorprende, y eso es lo que yo agradezco al encontrarme con una historia de este tipo, que, a pesar de no tener una premisa del todo novedosa, la manera de abordarla es excelsa.   ¡Corran a verla y recuerden... Shhh!