Hace dos días el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, amenazó que enviaría militares a la frontera con México para cuidarla de los traficantes de drogas y personas.
A ningún país le gusta que su vecino con el que ha enfrentado guerras y disputas territoriales venga con la amenaza de mandar militares a su frontera.
Sin embargo, Trump y su equipo en el Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca saben que en estos días se llevan a cabo diálogos de alto nivel sobre seguridad fronteriza y defensa en Arizona. También saben que las fuerzas armadas y de seguridad de México así como nuestra embajada en Washington y la Cancillería estaban enterados de que se iban a reforzar las acciones de protección de su frontera.
La información del reforzamiento de elementos de la Guardia Nacional de Estados Unidos a nuestra frontera norte ya se sabía de parte del gobierno mexicano desde hace varios meses. Por eso es que la Cancillería mexicana, no Presidencia, hábilmente pidió que se clarificara el anuncio hecho por el presidente Trump.
De ahí que el gobierno de Estados Unidos clarificó que solo se enviarían elementos de la Guardia Nacional para reforzar las políticas de seguridad fronteriza.
Aunque el mensaje de Trump resonó fuerte en México y en el mundo, la realidad es que es una estrategia de comunicación política para afianzar a su electorado conservador-republicano que le agrada ver a México como la “piñata” de Estados Unidos.
Este juego de declaraciones se da en el marco del juego de póker con respecto a la gran negociación que es la del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, de las tensiones políticas en Washington sobre las reformas migratorias y, en menor medida, por las noticias de la caravana de migrantes centroamericanos que pasa por México.
Estos últimos acontecimientos han puesto bajo presión política, nada mortal, a los equipos de Segob que ven la agenda migratoria y el manejo político-legal de la caravana con los equipos de la Cancillería. Sin embargo la relación entre los secretarios de gobernación, Alfonso Navarrete Prida, y de Relaciones Exteriores, Luis Videgaray, es mucho más fluida que la que existían con el grupo Hidalgo del ex secretario Miguel Ángel Osorio Chong.
Por otro lado, las secretarías de la Defensa Nacional y Marina no se han pronunciado sobre la supuesta “militarización” porque saben que eso no está sucediendo y que es una estrategia de propaganda interna en Estados Unidos.
Por supuesto que hay tensiones en la relación de los dos países pero se están conteniendo gracias al trabajo de diplomáticos y militares de carrera en Washington y la Ciudad de México.
Agenda estratégica. El próximo martes 10 de abril se anuncian las novedades tecnológicas y de soluciones de Expo Seguridad México 2018 y el Diplomado en Liderazgo y Gerencia Integral en Seguridad de la UDLAP Jenkins Graduate School.