Las Afore y el NAIM

Por estos días ha causado gran revuelo la inversión de un grupo de Afore en la Fibra E que coloco el Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México. La inquietud parte de las advertencias de Andrés Manuel López Obrador en el sentido de dar marcha atrás a la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) en Texcoco para impulsar la construcción de una terminal aérea en Santa Lucía, ambas en el estado de México. La secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) de Gerardo Ruiz Esparza ha hecho bien en reafirmar que la obra mantiene sus tiempos y no se frenará. No existen razones legales para frenar un proyecto que dará impulso a la aviación comercial, con todo lo que ello implica para una economía como la mexicana que ha apostado por los mercados abiertos. Si López Obrador gana las elecciones tendría que presentar razones de peso para parar una obra valuada en más de 13 mil millones de dólares y hacer frente a demandas de todo tipo, sin olvidar por supuesto, el pago de indemnizaciones. No se ve un camino viable para un inicio de gobierno. También se ha puesto en duda que las administradoras de fondos para el retiro Inbursa, Pensionissste, Profuturo y XXI Banorte hayan invertido 13 mil 500 millones de pesos de los 30 mil millones que significó la Fibra E en cuestión, esto a la luz de los resultados financieros del actual aeropuerto Benito Juárez que ni de lejos tiene las economías de escala de la nueva terminal en construcción. La emisión de la Fibra E tuvo una demanda 14 por ciento superior al monto colocado, y curiosamente la Afore que canalizó más recursos fue Inbursa de Carlos Slil Helú que algo sabe de inversiones bursátiles, de ahí que compitió por una participación mayor frente a fondos institucionales nacionales y extranjeros, bancos y aseguradoras. Se cuestiona en pocas palabras la rentabilidad del proyecto, y por supuesto la alta exposición de Inbursa, pero se olvida que desde su privatización han sido los grupos aeroportuarios los que más dividendos han distribuido entre sus accionistas. En pocas palabras son buenos negocios, y esto lo sabe Slim. Los que han invertido en ASUR, GAP y OMA pueden contar buenas historias, tanto por las ganancias de sus acciones como en los dividendos que han recibido prácticamente cada año. Añada que en los últimos años han sido los fondos de pensiones globales los que más dinero han puesto en aeropuertos como Heathrow, Gatwick y el London City en Londres, así como en las terminales de Bruselas, Puerto Rico y Copenhague. ¿Será que también están equivocados?  

La ruta del dinero

José Calzada Rovirosa entregó la estafeta en la Sagarpa a Baltazar Hinojosa Ochoa quien llega a esa secretaría tras ocupar la presidencia de la Comisión de Infraestructura en LXIII Legislatura. Calzada deja un sector agropecuario con grandes resultados, basta decir que en 2012 México tenía una balanza agroalimentaria deficitaria por 4 mil millones de dólares y en 2017 logró un superávit histórico por 5 mil 400 millones de dólares.