Este fin de semana estrenó Last Flag Flying, la última película del director estadounidense Richard Linklater, el cineasta que, me atrevo a decir, ha tenido mayor influencia sobre mi vida.
Su trabajo, junto con hombres como Steven Soderbergh, Kevin Smith y Quentin Tarantino, lanzó el cine indie de inicios de los 90; además, abordó un tema esencial para la década: la angustia adolescente por crecer en diferentes ámbitos, sentimental, familiar, amistad y profesional, como ningún director lo había retratado.
Hoy, Linklater se codea con los grandes guionstas de Hollywood y cada película se ha convertido en un proyecto que juega con el tiempo y la narrativa. Te presentamos sus ocho películas esenciales.
Antes del atardecer
Durante hora y media, Linklater logra cumplir la fantasía agridulce de cualquier relación sentimental: “¿Qué pasaría si el hubiera existiera?”. Después de nueve años de aquel día en que se conocieron, Jesse y Celine reciben una segunda oportunidad. Los diálogos fluyen una vez más, la química es presencial y ellos aún creen en ciertos desaires del destino.
Boyhood
Sí, su carta de presentación es que fue filmada a lo largo de 12 años y vemos cómo todo el elenco de la película crece frente a nuestros ojos; pero encasillar a Boyhood sólo por este detalle es negarse a contemplar un experimento fílmico irrepetible que además representa un estudio sobre los cambios humanos, sociales y culturales de una generación.
Antes del amanecer
El inicio del romance más significativo de los últimos 25 años. Jesse, un estudiante que viaja por Europa conoce a un chica francesa, Celine, en un tren. Platican por unos minutos y nosotros, al igual que ellos, nos hundimos en un microuniverso de cariño latente, tal vez infantil, pero que nos recuerda que el amor es una milagro que ocurre en el momento indicado. A lo largo de una noche por Viena -que incluye un poema con la palabra “malteada”- somos testigos de la honestidad de dos personas.
Dazed & confused
La obra que cimentó a Linklater como uno de los grandes directores independientes de Estados Unidos y, claro, de paso se convirtió en el heredero del cine coming of age que dejó vacante John Hughes. Con toques biográficos, retrata el último día de prepa a mediados de los 70. Una carga nostálgica, de madurez (o la falta de…) rodean a un grupo de estudiantes que tratan de dejar atrás su pubertad para crecer.
Antes de la medianoche
El epílogo de una de las grandes historias románticas en la historia del cine. Se acabó la nostalgia parisina y el romanticismo juvenil. Ahora Jesse y Celine han forjado a una familia, secretos y rencores. Linklater nos muestra el lado humano del cuento de hadas: ¿será el amor suficiente para mantener una relación?
Slacker
Antes de
Austin City Limits, South By Southwest y la frase “Keep Austin Weird”, existió esta película de Linklater ambientada en la capital texana, en la cual la cámara sigue a diferentes personajes, quienes hablan sobre Madonna, aliens, crisis existenciales y teorías de conspiración. Es una obra monumental del cine indie de los 90.
Escuela del rock
Su obra comercial se ha convertido en su filme más divertido. Más allá de una trama sobre unos niños que forman una banda de rock, Linklater nos entrega una lectura sobre el arte y sus influencias: ser director o músico no es un trabajo espontáneo o individualista, requiere de un bagaje cultural. ¿Quién iba a imaginar en esta vida que Jack Black podría ser más que un comediante?
Everybody wants some
Una secuela emocional y temática de
Dazed & Confused, que retrata el verano de estudiantes universitarios previo a su temporada de beisbol colegial. Linklater vuelve a incursionar en esta tesis que tiene como objetivo hallar nuestro lugar en el mundo gracias a un coral de personajes extravagantes, un soundtrack memorable con canciones ochenteras y obsesiones.