La posibilidad de que Andrés Manuel López Obrador gane la Presidencia de México es seguida con atención en Estados Unidos, donde desde la derecha el senador republicano Ted Cruz expresó su preocupación sobre "un Hugo Chávez o Maduro en nuestra frontera sur".
Cruz expresó que "no queremos ver un socialista anti-estadounidense", toda vez que "sería malo para México y malo para Estados Unidos". Desde el punto de vista del aparato tradicional y los inversionistas estadounidenses, cualquier presidente de México debe tener en cuenta que una buena relación con EU es indispensable para tener éxito.Ese fue de hecho el mensaje que envió hace poco el también senador republicano Marco Rubio, que preside el subcomité de Relaciones Exteriores para el hemisferio occidental. Para los estadounidenses, señaló recientemente el diario Dallas Morning News, López Obrador es mejor conocido "por las ominosas señales que envía acerca de reevaluar la forma en que México hace negocios domésticamente y con gente al norte de la frontera. Promete terminar la codependencia de México con su inconstante vecino, que en últimos tiempos, según López Obrador y otros, está dedicado a tratar a México como una piñata".
De acuerdo con el diario, "preocupa a inversionistas" pues su retórica "recuerda a algunos" de 1938, cuando en el gobierno de Lázaro Cardenas, México nacionalizó el petróleo.Y de hecho esa misma comparación es la que utiliza la agrupación NACLA (North American Congress on Latin America) para tratar de desvanecer ilusiones entre la izquierda."A pesar de su pasado fervor revolucionario, AMLO ha señalado recientemente que quedaría muy lejos de renacionalizar las reservas de petróleo de México. Parte de esto es una estrategia electoral para cortejar a las élites empresariales o al menos atemperar su oposición asegurando a las compañías petroleras multinacionales que sus activos permanecerán intactos", afirmó el analista Nicholas Cunningham.
Pero la preocupación no se refiere sólo a Lopez Obrador.
La organización de análisis Stratfor precisó por ejemplo que un reciente acuerdo entre México y la Unión Europea, asegura que ambas partes "tengan socios comerciales alternativos a Estados Unidos, que actualmente persigue medidas proteccionistas bajo el presidente Donald Trump". El mandatario estadounidense es ahora uno de los personajes más impopulares en México, donde sus mensajes suelen crear escándalo o causar indignación, aunque es justo decir que como ocurre en el resto del mundo, cada vez menos.
El actual presidente Enrique Peña Nieto no ha sido felicitado por su prudencia en los tratos con Trump, y sólo a principios de abril le respondió enérgica y públicamente. Pero muchos mexicanos desearían que las respuestas de su gobierno fueran más fuertes, aunque no sería raro que se quejaran después de las consecuencias.
Con todo, de acuerdo al menos con la encuestadora IPSOS, Trump todavía no es factor en la campaña electoral mexicana.