La semana pasada, la foto de una hoja de cálculo con el vaciado de una encuesta circuló por el chat del Consejo Nacional del PAN. El remitente era el ex líder nacional Gustavo Madero, y los resultados, realmente escalofriantes para los miembros de ese grupo virtual de WhatsApp.
Se trata de una encuesta que revela las preferencias del electorado para la conformación del Senado, en cada uno de las 32 entidades del país. Básicamente, marca amplia ventaja en 23 entidades para la coalición que forman Morena –partido de Andrés Manuel López Obrador– con el PT y el PES.
En seis estados más se ubica en segundos lugares, en tres de los cuales la diferencia con el puntero es de uno a dos puntos. Es decir, en un empate técnico.
Por México al Frente, la coalición que lidera el PAN con PRD y Movimiento Ciudadano, lleva ventaja en siete estados; en 14 más está en segundo lugar, pero la diferencia en todos es de más de 10 puntos.
A la coalición Todos Por México (PRI-PVEM-Nueva Alianza), solamente en un estado le dan la ventaja en esa encuesta: Colima. En otras ocho entidades la colocan como segundo lugar, pero con mínimo 10 puntos de diferencia con el primer lugar.
Y sólo en un estado, se identifica la preferencia para “Otro”, que podría tratarse de un independiente o alguna fuerza política distinta a las ya mencionadas. Pero por el lugar del que se trata, Jalisco, se sabe quién es: el Movimiento Ciudadano, de Enrique Alfaro, adelanta al Senado en la única entidad en la que no fue sumado al Frente.
La preocupación de los panistas no es para menos. De los 64 escaños a concurso para los ganadores de las elecciones, esta encuesta indica que Morena podría llevarse 46, y otros seis senadores más de los 32 que llegarán como primera minoría (los segundos lugares).
Esto, sin contar los plurinominales que le correspondan al final, colocaría al partido del tabasqueño con 52 escaños de los 96 de mayoría, lo que equivale e 54 por ciento de ese total. Mayoría, en otras palabras. Y con las listas de representación proporcional, hubo quien dijo en ese chat del Consejo Nacional del PAN (el propio Madero, entre ellos) que, incluso, Andrés Manuel López Obrador podría tener la mayoría calificada.
¿Para qué sirve, en términos mundanos, tener esta información? Sirve para pensar y revalidar la importancia del voto cruzado. Un pensador del siglo 19, John Emerich Edward Dalberg-Acton (Lord Acton), a quien conocimos gracias a la constante reiteración que hacía don Daniel Cosío Villegas del máximo aforismo que acuñó aquél, nos lo explica: “El poder tiende a corromper y el poder absoluto corrompe absolutamente”. No brindemos un poder absoluto, absolutamente a nadie.
Así que mejor, sea cual sea el sentido del voto que cada uno quiera darle en la urna de Presidencia, valdría la pena repensar la utilidad de votar por el segundo lugar en las demás boletas electorales.
Martes 21 de Enero de 2025