Las posibilidades de reelección de Donald Trump son mayores de lo que pudiera pensarse ante su bajo nivel de aprobación popular y a reserva de lo que ocurra con lo que hoy parecen crecientes problemas judiciales.
Aunque las próximas elecciones legislativas pueden ser una debacle para los republicanos, que temen incluso perder sus mayorías en el Congreso, un debate entre politólogos puso de relieve que la situación política del mandatario no es por cierto ideal, pero tampoco está perdida. Los índices de aprobación de Trump oscilan actualmente alrededor de 40% y de acuerdo con modelos estadísticos tiene la posibilidad de lograr la reelección aún a pesar de esa relativamente débil postura.
Una economía en buen nivel, como ha sido los últimos ocho años, actúa en favor de Trump. Y si se mantiene así los próximos dos años añoraría un apoyo importante a una candidatura a la reelección declarada desde el día que tomo posesión, el 20 de enero de 2017.
"Suponiendo que Trump esté en la boleta, y que su índice de aprobación se mantenga alrededor de 40%, probablemente sería un error considerar que está desvalido para la reelección", señaló Kyle Kondik, del Centro sobre Política de la Universidad de Virginia.
Pero eso, por supuesto, está condicionado al factor escándalo y lo que ocurra con los varios problemas judiciales de Trump, incluso la investigación sobre la posible injerencia rusa en la elección y lo que Trump y sus abogados hayan hecho. De acuerdo con el historiador y periodista, Paul Brandus, Trump será uno de los aspirantes a reelección más débiles en décadas, lo que de entrada implica la posibilidad de que Trump enfrente competidores en las primarias republicanas.
Los partidarios de Trump pueden alegar que en 2016, el ahora mandatario enfrentó y destrozó a más de una docena de aspirantes, incluso algunos de los mas grandes nombres del partido en ese momento. Pero Brandus puntualizó que en el ciclo electoral de 2020 será diferente: "hace año y medio Trump llegó a la Presidencia sobre un campaña de humo y espejos, impulsada por demagogia y miles de millones de dólares en tiempos gratis de televisión. En 2020 será un titular con un historial, y muestras de imprudencia e inestabilidad que han ahuyentado, si no atemorizado, a millones de estadounidenses".
Históricamente, los incumbentes con niveles de aprobación bajos –como la actual situación de Trump– han acabado por retirarse o perder: Lyndon B. Johnson en 1968, Gerald Ford, Jimmy Carter, George H.W. Bush.
Si la popularidad de Trump sube o si la economía se desploma; si involucra a EU en una guerra o logra un espectacular acuerdo de paz en Oriente Medio o en la península coreana, pueden tener impacto electoral.
Lo cierto es que los argumentos a favor y en contra están llenos de condicionales. Las elecciones de 2020 están aún a poco más de 40 meses y la verdad de Perogrullo es que en ese tiempo pueden ocurrir muchas cosas.