Aunque aún faltan unos días para el veredicto final, todo apunta para que el segundo combate entre Saúl Álvarez y Gennady Golovkin, programado para el 5 de mayo en Las Vegas, sea pospuesto o cancelado.
Al Canelo le hallaron restos de clembuterol, un agente anabólico prohibido, en dos exámenes sorpresa efectuados en Guadalajara el 17 y el 20 de febrero por la Asociación Voluntaria Antidopaje (VADA).
En el primero, los niveles de clembuterol fueron de 0.6-0.8 nanogramos por mililitro, y en el segundo, de una décima parte del anterior. Un nanogramo equivale a una milmillonésima parte de un gramo.
Álvarez y su equipo aducen que la presencia de clembuterol en su organismo se debe al consumo de carne contaminada por esta sustancia, utilizada por los ganaderos para reducir la grasa corporal e incrementar la masa muscular de sus reses.
Algunos deportistas lo usan también para mejorar su capacidad aeróbica al contar con propiedades similares a la efedrina.
El jueves, el panorama se nubló aún más cuando la Comisión Atlética de Nevada, que sanciona y da la anuencia para la realización de combates en su estado, emitiera una denuncia formal en contra de Álvarez, por ahora suspendido temporalmente.
En la demanda se especifica que “el uso, ingesta, y/o consumo de clembuterol, SEA DE FORMA INTENCIONAL O NO, constituye una violación antidopaje”.
De manera que evitar un castigo luce sumamente improbable, pese a que en exámenes posteriores los resultados han sido negativos.
Una audiencia preliminar, con la presencia del Canelo, fue pospuesta del 10 al 18 de abril, cuando restarían menos de tres semanas para la pelea.
Al tratarse de una primera ofensa, la sanción podría ser de un año, aunque se reduciría a 6 meses si coopera con la Comisión, haciéndolo elegible a partir del 17 de agosto para hipotéticamente enfrentar el 15 de septiembre a Golovkin, quien chocaría el 5 de mayo en Las Vegas ante otro rival.
En mi opinión este último escenario es el que se dará. Existe el antecedente de dos mexicanos que dieron positivo por clembuterol, y a ambos se les permitió pelear, Erik Morales en 2012 y Francisco Vargas en 2016.
Sin embargo ninguno fue ante la Comisión Atlética de Nevada. El primero ocurrió en California, y el segundo en Nueva York.
Otras señales que apuntan a la suspensión provienen de HBO, que transmitiría la función y que ha dejado de promoverla, y de MGM, propietaria de la Arena, que ha iniciado el reembolso de las entradas.
No deja de ser irónico que la rivalidad Canelo-Golovkin, que redimiera al boxeo con su primer combate, sufra un revés de este tamaño por una acusación de doping.
POR ENRIQUE BURAK
Jueves 23 de Enero de 2025