Quiero guardar la formalidad con que ustedes, la burocracia universitaria,se dirigen siempre. Dispénseme el no ponerle el título nobiliario que su esfuerzo académico le ha granjeado, pero es una costumbre estilística de los periodistas usar únicamente un patronímico respetuoso.
La situación por la que atraigo su atención es la inseguridad que se vive en nuestra alma máter.¿Sabe usted?, soy un orgulloso acatlense. Me formé en una época en que esa escuela (Nacional de Estudios Profesionales) era de puertas abiertas. Diversos eventos convocaban a universitarios y a nuestros vecinos de la región (la Muestra Internacional de Cine, el Día de la Gráfica, la semana de idiomas, entre otros).
No temíamos recibir a la comunidad externa. Hoy, al parecer, no se confía ni en la comunidad interna. Usted sabrá mejor que ninguno la situación que se ha vivido en los últimos años en la Facultad: el reciente ataque a una profesora en uno de los accesos ha sido acaso de los más mencionados. Pero la inseguridad y la falta al Estado de Derecho se vive cotidianamente desde hace más tiempo, e incluso dentro de las instalaciones.
Recordará que antes de la huelga de 1999, la escuela tenía otra pinta. No existía tal ocupación de pasillos y explanadas por comercios alternos a los que tiene autorizado el plantel, en los kioscos establecidos para ello. A partir de entonces, se ha perdido control de lo que ocurre en los corrillos de la institución.
Sin embargo, la respuesta más reciente, estimado Manuel, no es la más óptima para la prevención del delito. Usted recibió un oficio (OAG/COJ/082/2018) el 8 de febrero, de Maricela Morales Ángeles, de parte de la Abogada General de la UNAM, MónicaGonzález Contró, en el que le notifican que, derivado de las reuniones para determinar cómo reforzar la seguridad en la FES, entre la Comisión estatal de Seguridad, la Fiscalía de Justicia del Edomex y la UNAM, se propuso colocar una Unidad Móvil del MP, para que la gente pueda denunciar, con agilidad los presuntos eventos constitutivos de un ilícito que ocurren cotidianamente.
Y le preguntaron qué le parecía la medida. En otro oficio (FESA/DIRA/073/18), del 13 de febrero, manifestó su beneplácito a la propuesta. Usted consideró que “la medida propuesta es pertinente desde el punto de vista de estrategias preventivas que lleven a inhibir la comisión de delitos (...)”.
La unidad móvil ya estuvo ahí, en la Plaza San Mateo, y volverá a estar el 20 de septiembre y el 11 de mayo próximos. Déjeme darle mi opinión respecto a cuán eficientes son las agencias móviles del MP para prevenir e inhibir el delito: son tapaderas para pozos en los que ya se ha ahogado gente.
Mejor aún, ni siquiera cubren el problema, son paliativos posteriores al nacimiento del problema. Es un Mejoral para el enfermo, en lugar de una serie de acciones previas para no contraer enfermedades. No es que esté mal, no sobra, pero hacen falta muchas otras cosas antes.
Limpiar de informalidad el interior de las instalaciones, establecer zonas de tolerancia y censos de los ambulantes en las inmediaciones, reforzar el perfil y equipo, así como la capacitación, del personal de AuxilioUNAM, mantener permanentemente los patrullajes coordinados con la Policía Municipal, no sólo en los momentos mediáticos.
Eso sí sería una labor preventiva. No tener a dónde acudir cada vez que siga ocurriendo un atraco. Otra cosa más: la próxima vez que desde CU le pregunten qué le parece la pertinencia de una medida para promover la seguridad del plantel, no conteste en solitario, consulte a su alumnado.
Verá que le hubieran dicho que el MP móvil no es tan importante como algunas de las cosas que le acabo de mencionar y otras tantas que la creativa comunidad universitaria nos diría.
Atentamente, a tantos de tantos. Rúbrica, etc., etc... C.c. p. las redes sociales.