Rafael Nadal se reservó en lo físico, eligió su apuesta y encara el momento justo para defender el sitio de honor en la clasificación mundial.
Llega la temporada de arcilla en el calendario del circuito ATP y si hay una oportunidad para que se mantenga como el número uno del mundo y aspire a cerrar el año en ese sitio, es a partir de la segunda quincena de abril, con el Masters 1000 de Monte Carlo.
Es en el principado de Mónaco en donde más veces se ha coronado el español en un torneo. Es el campeón defensor y acumula 10 títulos ahí. Es válido apuntarlo como el mejor tenista de la historia jugando sobre arcilla, no por nada ha ganado sobre esa superficie el 70 por ciento de los trofeos que tiene en su carrera.
Ya dio pistas en los Cuartos de Final de la Copa Davis, el fin de semana pasado, de estar recuperado de las molestias en la rodilla, sobre todo en torneos al mejor de tres sets. Con la presión en contra y encarando la eliminación de España, superó a Alexander Zverev de forma categórica en tres parciales. El joven alemán no pudo retarlo y probarlo en lo físico; antes de asentarse en la cancha ya iba perdiendo 0-3, y fue despachado en poco más de dos horas (2:16).
Nadal le dio dos puntos clave a España para superar a Alemania y meterse a las semifinales de la Ensaladera de Plata, en la que enfrentará a Francia. Superó con facilidad a Philipp Kohlschreiber en sets corridos en el segundo partido de la serie.
Ahora se enfila al Masters 1000 de Monte Carlo, a Conde de Godó en Barcelona (ATP 500), a los Masters 1000 de Madrid y Roma, para rematar con el Abierto de Francia, el segundo Grand Slam de la temporada, cinco torneos de los que Nadal ganó cuatro el año pasado y fue eliminado en Cuartos de Final del otro, superado por el austriaco Dominic Thiem.
El español entra a su terreno, es sobre el polvo de ladrillo en donde ha armado su leyenda. Si bien ha demostrado que es capaz de ganar en todas las superficies, 53 de sus 75 títulos los consiguió después de batir a su rival en la arcilla.
Hay que esperar si salta el valiente que lo supere en su superficie favorita, siendo Dominic Thiem, Alexander Zverev o el renovado Juan Martín del Potro candidatos a oponer resistencia.
No podemos descartar que una lesión sea quien lo doblegue.