AMLO, dos cositas

A unos cuantos días de que inicien oficialmente las campañas de los candidatos a la Presidencia de la Republica, de dos cosas no hay duda. Una, que Andrés Manuel López Obrador sigue como puntero, y hasta hoy parece que no hay forma de detenerlo. Dos, que está marcando la agenda en los temas políticos, económicos y sociales.

Las amenazas, ocurrencias, advertencias del tabasqueño de cancelar la construcción del nuevo aeropuerto de la Ciudad de México (NAICM) y de meter reversa a la reforma energética y educativa, son los temas que ocupan y preocupan desde hace un par de semanas a empresarios, políticos, inversionistas nacionales y extranjeros, y al gobierno federal por supuesto.

En tema del NAICM, hay quienes piensan que Andrés Manuel solo está asustando “con el petate del muerto”. En el fondo, no puede, no quiere cancelarlo por los compromisos e inversiones realizadas, dicen, pero sí revisar los contratos y asignaciones de obra en donde se sospecha que hubo actos de corrupción.

Lo que llama la atención en este penoso asunto, es que el dirigente de los “cupuleros”, Juan Pablo Castañón, asustado aceptó la propuesta de AMLO de revisar técnicamente el proyecto y de integrar una mesa de análisis con 15 técnicos (cinco de Morena, cinco de empresarios y cinco del gobierno) para determinar si procede o no su viabilidad.

La propuesta fue bien recibida por el presidente el CCE, quien aseguró que el grupo de empresarios tampoco está de acuerdo con contratos encubiertos con actos de corrupción, pero pidió generar el diálogo lo más pronto posible para no generar incertidumbre en el proyecto.

“Que sea una discusión técnica y que lo que se pueda mejorar y se deba mejorar técnicamente, se haga; hay tiempo para hacerlo. Y lo que se tenga que transparentarse de los contratos que se han asignado que se proceda y que se le dé certeza jurídica a los contratos que están asignados correctamente. Esa es la posición del sector privado, hagámosla con la mesa de los juicios técnicos y lleguemos a conclusiones, nos parece adecuado”, subrayó el líder empresarial.

Pero otros empresarios le reclamaron a Castañón, diciéndole prácticamente: Ni madres no aceptamos esas mesas porque el proyecto ya fue ampliamente analizado

Ni tampoco dos ni perezosos José Antonio Meade y Ricardo Anaya aceptaron participar en las susodichas mesas. Meade aclaró, sin embargo, que los contratos, proyectos de infraestructura no deben ser motivo de consulta sino de respeto y cumplimiento. Pero reconoció que todas las acciones deben someterse a la transparencia y rendición de cuentas. ! O sea, si, ¡pero no!

Y finalmente ayer el gobierno federal se metió a la discusión diciendo que “sería una barbaridad” que se cancelara el proyecto porque ya están comprometidas decenas de miles de millones de pesos, y “darle cuello” dañaría la imagen de México en el extranjero.

¡Síganle, síganle haciendo el juego a Andrés Manuel López Obrador! ¡Contribuyan a que siga de puntero! Advierten los observadores políticos objetivos e imparciales.