La administración del presidente Donald Trump dio un giro importante en la estrategia de Estados Unidos en contra del consumo y tráfico de drogas al enfocar sus baterías en la heroína y otros opioides. Este es uno de los cinco temas en la agenda estratégica de la Casa Blanca que se transfiere como prioridad al resto de las agencias de seguridad de aquel país. Se calcula que en 2016 murieron 64 mil estadounidenses por sobredosis de opioides adquiridos legal e ilegalmente.
Pero por qué esta llamada “crisis” o “epidemia” es un asunto de la mayor importancia para México. Aquí les comparto algunos elementos críticos.
- México es el principal abastecedor ilegal de opio y heroína del mercado estadounidense. Somos el tercer país productor de opio a nivel global solamente detrás de Afganistán y Myanmar. La heroína mexicana desplazó a la colombiana y es la que se distribuye mayormente en las ciudades de la costa oeste de EUA.
- México se ha convertido en el principal punto de entrada de precursores químicos provenientes de China para la producción de drogas sintéticas que tienen como base opio. Los puertos de Manzanillo y Lázaro Cárdenas son las principales entradas por lo que el reciente control de la Armada de México se volvió estratégico.
- La violencia en varias regiones del país (Guerrero, Michoacán, Jalisco, Chihuahua, Colima, Sinaloa, Durango y Nayarit) está asociada al control de los territorios de producción de opio y de escondite de los laboratorios clandestinos de drogas sintéticas.
- EUA estará desplegando una ofensiva diplomática y de presión de sus agencias de seguridad más agresiva para reducir los espacios de impunidad en la cadena de abastecimiento de estas drogas. El gobierno de Trump estará recibiendo 4 mil millones de dólares (mdd) este año para atender el “problema nacional de la adicción a los opioides”. Este presupuesto es cuatro veces mayor al del año anterior. Para ponerlo en contexto este año el presupuesto para la construcción del muro difícilmente alcanzará un presupuesto de 1.6 mil mdd.