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Pemex corre F1

OPINIÓN

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Estimado fan, seguramente conoces una joya del refranero nacional: “el horno no está para bollos”. A mucha gente sorprendió la noticia de que Pemex entrara como marca patrocinadora de la Fórmula 1, luego de saberse su déficit financiero. ¿A qué le tiran estos muchachos? Vamos a asomarnos a esa cacerola hirviente. La siempre inquieta periodista Nayeli Meza y el colega Manuel Sebreros entrevistaron a este servidor sobre el tema en la edición 1443 de Reporte Índigo (1 de marzo de 2018). Me hicieron tres veces la misma pregunta, aunque con diferentes palabras con el espíritu combativo de quien persigue siempre una buena nota: ¿Es positivo o negativo que Pemex pague en estos momentos una promoción en el deporte?, fue el cuestionamiento central. Sobre todo, cuando diferentes analistas consideraron el hecho como un desperdicio de recursos en operaciones no rentables. Mi respuesta fue invariablemente la misma: No puede ser negativo desde un propósito mercadológico que las marcas deseen mejorar su imagen, y más si lo requieren con urgencia, porque lo peor es encogerse de hombros. Desmenucemos: Pemex acusó una pérdida neta de 333 mil 354 millones de pesos al cierre del año pasado, y tal monto rebasa de manera amplia los 191 mil 144 millones de pesos de caída, reportados en 2016 por la Bolsa Mexicana de Valores, según arroja la misma publicación. Si a la situación crítica se adiciona el malestar de la ciudadanía por el incremento gradual del precio de la gasolina, desde el arranque de 2017, entonces el foco de percepciones se torna completamente adverso. Antes de concluir febrero de este 2018, Pemex anunció sorpresivamente su inclusión en la lista de patrocinadores de la escudería Sahara Force India, en el día de la presentación del monoplaza del piloto tapatío Sergio Checo Pérez, en un claro movimiento de presencia de marca. Los analistas financieros explican datos duros a posteriori. El marketing se compone de herramientas para actuar en táctica y estrategia, proyectando objetivos. Pemex hoy más que nunca requiere y puede aliviar un poco su imagen controversial apoyándose en el deporte. El marketing bien aplicado aprovecha coyunturas, y una marca asociada naturalmente con el sistema político vigente en tiempos preelectorales, busca respaldarse de forma indirecta con un embajador de marca como Checo Pérez. En México se vive un nuevo boom del automovilismo y Pemex busca aprovechar la ventana. Aunque no se trate de un deporte del pueblo, sí se difunde y consume mucho en este país. En 2017, el Gran Premio dejó una derrama económica de 14.7 , según comunicó la Secretaría de Turismo. La F1 lanzó un canal latinoamericano de TV con contenidos mexicanos. El deporte confiere valores universales y refugiarse en él es un acto obligado para quien requiere con urgencia retomarlos, en caso de pérdida o alejamiento. #Ojo