Para el grupo que recauda fondos con miras a aumentar el número de congresistas latinos, el presidente Trump es su mejor argumento.
Bold PAC, comité financiero del grupo de congresistas hispanos, superó sus récords de recaudación desde que Trump asumió la Presidencia, al grado que, de comenzar hace pocos años en la oficina de un congresista hispano, busca ahora comprar oficinas y contratar personal.
Antes de Trump, el grupo apenas recaudaba un millón de dólares cada ciclo de campaña en el Congreso, o sea cada dos años. Ahora es otro cuento: en lo que va de 2018, Bold PAC ha reunido casi siete millones de dólares bajo el liderazgo del congresista Tony Cárdenas, de California, y aún faltan siete meses para las elecciones.
Cárdenas dice esperar que el grupo supere los doce millones de dólares antes de noviembre.
Bold PAC no sólo recauda fondos para las campañas de reelección de congresistas latinos, también para respaldar a quienes aspiran a llegar a la legislatura federal. Buscan crecer de 31 a 50 la cifra de legisladores hispanos.
Ya varios de los candidatos que el grupo respalda con altas sumas de dinero han ganado sus primarias –la primera fase de la temporada electoral– como la senadora estatal Sylvia García, que se espera gane fácilmente en noviembre y será la primera latina en representar a Texas en el Congreso federal.
Bold PAC apoya a veces a candidatos que no son latinos pero tienen posiciones políticas favorables a la comunidad.
El grupo también está muy involucrado con organizaciones que promueven el registro de votantes, que también aumentó desde que llegara Trump a la Casa Blanca.
El hecho es que el gobierno Trump despertó a muchos que antes no prestaban atención a la política, y eso incluye a la comunidad latina, que tiene una historia de baja participación electoral.
Bold PAC busca aprovechar que Trump provocó la ira de la comunidad latina para movilizarla políticamente y lograr más votantes y más hispanos electos.
Esa mayor participación de la comunidad hispana se ve con las demandas por una legislación para ayudar a las decenas de miles de jóvenes indocumentados amparados por un programa que la administración Trump quiere eliminar.
Afortunadamente para los llamados dreamers las cortes bloquearon la eliminación del programa DACA, pero los que abogan por los dreamers quieren una solución permanente, mediante legislación que aún no se ha presentado en el Congreso federal.
Al bloquear su cancelación, las cortes prorrogaron al menos un año la vigencia de DACA, pero le quitaron presión al Congreso para actuar antes de su vencimiento.
No obstante, un grupo de legisladores latinos cabildea para incluir legislación sobre
DACA en el proyecto de ley sobre el presupuesto federal, y se espera un voto para la semana entrante. Lo que no quieren es que el tema pase a un segundo plano.
Por Patricia Guadalupe
*Periodista