La disputa electoral en la Ciudad de México es entre dos fuerzas políticas, Morena y PRD, pero es muy difícil establecer una línea que dividan un proyecto del otro; sin embargo ningún personaje de estos dos partidos políticos puede evadir su responsabilidad en la crisis urbana en materia de agua, vialidad, contaminación, deforestación, desarrollo inmobiliario, seguridad, pobreza.
Se llaman de izquierda, pero ninguna de estas expresiones políticas lo son en términos ideológicos, puede destacarse que en materia de derechos dieron un impulso de avanzada; en contraste es mínimo el efecto social de bienestar en la población, dejaron de lado la idea de generar condiciones para la igualdad de oportunidades.
Los jefes de gobierno electos bajo las siglas del PRD desde 1997 son responsables por lo que hicieron y lo que dejaron de hacer, aunque se hayan cambiado de partido. La red hidráulica, la inseguridad, a contaminación no se deterioraron en sólo seis años.
Andrés Manuel López Obrador líder de Morena y jefe de gobierno del 2000 al 2006, fue el primero en modificar el Bando 2 que liberó las trabas en materia de construcción y con ello se detonó el crecimiento inmobiliario; se supone que era para detonar la vivienda de interés social, pero en la realidad las beneficiadas fueron las grandes constructoras.
Con él inició la construcción de los segundos pisos; proyecto que continuó Marcelo Ebrard durante su gestión, aunque éste optó por el matiz de que se cobrara el servicio y uso de estas nuevas vialidades.
Ebrard tenía concebido en la Línea 12 del Metro el gran proyecto de movilidad para la ciudad de los últimos años, un servicio que a la fecha no se puede normalizar adecuadamente, con unos costos que injustificables.
Cuando fue jefe de gobierno presumía que el Distrito Federal tenía la red de programas sociales más amplia de América Latina, pero eso no se tradujo en una reducción real de la pobreza de los habitantes de la ciudad, por el contrario aumentaba. De acuerdo con el informe del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) en 2010 había en la capital del país más de 2 millones 537 mil personas en condiciones pobreza y pobreza extrema y en 2012, o sea al cierre del gobierno de Marcelo Ebrard había 2 millones 565 mil pobres.
Es decir de poco o nada sirvieron los millones de pesos canalizados durante la administración de Ebrard Casaubón y que fuera el gobierno con más recursos destinados a programas sociales.
Los estudios de Coneval han demostrado que los programas sociales que se han aplicado en el país no reducen la pobreza, esto representaría el reto de replantear la política social y nadie lo quiere hacer. De 2012 a 2016, durante ya en la administración de Miguel Ángel Mancera el número de pobres se redujo sólo 131 mil personas, algo está mal; a pesar de eso en 2018 el 43 por ciento del presupuesto es para desarrollo social.
Ni los de Morena ni los de PRD se pueden desmarcar.