Una región sin liderazgo (II)

En una America Latina sin liderazgos y donde no parece haber países con el deseo, o la capacidad, de proyectar poder o influencia, las elecciones presidenciales programadas para 2018 pueden llenar el vacío creado por la impopularidad, la indiferencia y los errores del gobierno de Estados Unidos, afirma la revista America's Quarterly de la Sociedad de las Américas. "Si los gobiernos de (George W.) Bush y (Barack) Obama mostraron hacia América Latina una frustrante pero benigna indiferencia, (Donald) Trump ha llegado con una nueva y maligna atención, en busca de cambiar drásticamente acuerdos comerciales, recortar inmigración y recortar cooperación de seguridad", consignó Signal, una publicación del grupo de análisis Eurasia. Pero Michael Camilleri y Ben Raderstorf, consignan en America's Quarterly que el problema es sobre todo interno. De hecho se preguntan si alguno de los líderes electos este año, particularmente en Brasil o México, "pudiera tener ambiciones de estatura regional y la plataforma política para establecer un nuevo tono para la región" aunque "por lo menos, sacudirán el marco moribundo y con frecuencia inconsecuente de la diplomacia regional". Pero tambien "se puede esperar una mayor volatilidad regional en los próximos años". De acuerdo con el artículo, en México el "cruzado populista" Andrés Manuel López Obrador está en posibilidades de ganar con el 30% de los votos. "Si López Obrador gana, lo hará, al menos en parte, al canalizar el nacionalismo mexicano y el sentimiento anti (Donald) Trump. Su política, que se acerca más al izquierdismo latinoamericano clásico, podría provocar confrontaciones con la agenda de EU en temas como la seguridad, la migración y la crisis en Venezuela, al tiempo que podría terminar con cualquier posibilidad de salvar el TLCAN". En Brasil, los dos aspirantes principales son el ex presidente centroizquierdista Luiz Inácio Lula da Silva, que enfrenta un proceso por corrupción, y Jair Bolsonaro, un congresista federal de extrema derecha al estilo del filipino Rodrigo Duterte. Con una línea dura y un enfoque militante hacia el crimen, Bolsonaro tiene una larga historia de comentarios racistas, misóginos y homofóbicos. "Si Lula regresara al poder, podría tratar de revivir su ambiciosa visión de la influencia regional y global brasileña, aunque con un músculo económico disminuido y una reputación empañada", pero ayudado por la impopularidad de Trump, anotó America's Quarterly. Pero si los nuevos líderes electos de América Latina carecieran de la inspiración (o capacidad) para llenar el vacío, "los poderes externos podrían ver una apertura para intensificar su propia participación, particularmente con un EU no comprometido e impopular". China sería el candidato obvio. Su comercio con la región se ha multiplicado 22 veces desde el 2000, y los gobiernos en América Latina recibieron más de 21 mmdd en financiamiento de los bancos chinos en 2016.