Un canal seco interoceánico en Costa Rica ha estado en la mira de los interesados en facilitar el desarrollo y comercio interoceánico en la conexión del Pacífico con el Atlántico.
El megaproyecto constituye por su magnitud uno de los principales temas por los que habrán de pronunciarse quienes resultaron elegidos en las recientes elecciones en ese país.
El proyecto de 315 kilómetros incluye una gran vía integrada por aeropuertos, 10 carriles y dos vías férreas, plantas hidroeléctricas e infraestructura turística, que conectarían el mar Caribe desde la costa de Limón, con la provincia de Guanacaste, localizada en la costa del Pacífico, al noroeste de Costa Rica.
Las labores de quienes deliberan con respecto a las políticas de desarrollo nacional se han reforzado por los debates frente a la recomposición e impacto global de los proyectos de desarrollo futuros, especialmente en el campo ambiental y de la calidad de vida local, como es el caso de la movilidad y el comercio o de este tipo de proyectos de integración.
Es ahí cuando el debate sobre la construcción de los próximos proyectos de infraestructura de comunicación toma nueva relevancia.
Otros pasos centroamericanos están en camino, sumándose a la conectividad que ya ofrece el gran Canal de Panamá que data de más de 100 años.
Esas rutas conectan cada vez más regiones con el proceso de integración subregional de Guatemala, Honduras y El Salvador, que se apoya en la idea del fortalecimiento de la alianza con Europa.
Del otro proceso, con el Gran Canal Interoceánico de Nicaragua en el que participa la corporación china HKND, se proyectan avances en el reto de la presente década.
La idea de nuevos canales secos retoma la experiencia de comunicación regional, que ha sido utilizada a lo largo de la historia por las diferentes comunidades que han habitado la región.
Para asegurar las rutas, en variadas ocasiones se optó por la intervención humana, adaptando el terreno y abriendo opciones como ocurrió con el centenario del Canal de Panamá.
Vasco Núñez de Balboa fue el primer explorador que con ese objetivo cruzó y caminó por los caminos de lo que hoy es Panamá en 1514, justo cuando otros con diferentes banderas nacionales se adentraron en América en investigaciones similares, como lo fueron las búsquedas de portugueses, escoceses, ingleses, alemanes y de otros países.
Las rutas centroamericanas interoceánicas han sido objeto de competencia internacional y vasta literatura desde los imaginarios. Fortalecen localmente y comunican regiones con las nuevas rutas para el transporte de personas y mercancías. Son empresas de orden público vitales que benefician todos los campos del desarrollo esperado en la región mesoamericana.
Con las opciones de conectividad digital que se tienen hoy, contribuyen a mejorar las opciones para los países aledaños y para las poblaciones locales, si se logra el adecuado balance y su fortalecimiento con alianzas en el entorno, especialmente para países como México y Colombia.
*Catedrática universitaria