La censura crea millonarios

Hace unos días, la prensa se escandalizó luego de que Arco (Feria Internacional de Arte Contemporáneo de Madrid) retirara la obra Presos políticos en la España contemporánea, de Santiago Sierra. Pero, ¿en realidad el tema era la censura? No es la primera vez que Santiago Sierra causa polémica. Casos como su happening de 1998 bloqueando una autopista de México para denunciar el flujo de mercancías capitalistas, nos hablan de un artista confrontativo y radical. Sin embargo, él mismo ha descartado ser crítico. En sus palabras, la función del artista es hacer productos para el mercado de lujo. Bajo esa premisa, su pasada obra en Arco ¿tendría fines de denuncia o, más bien, la censura fue parte del show para alcanzar los 80 mil euros por los que se vendió? El dilema abarca más casos, Maurizio Cattelan es uno de ellos. En 2010 mostró su irreverencia al exponer su escultura L.O.V.E. Una mano con dedos cortados, excepto por el dedo medio que está señalando hacia el cielo. La pieza evoca el saludo nazi y los dedos cortados son muestra del horror de la guerra. Chris Ofilli y su obra The Holy Virgin Mary fue una de las primeras en causar polémica y repulsión. El artista retrataba a una Virgen María negra pintada con excremento de elefante y rodeada por imágenes de revistas pornográficas. Hoy la pieza tiene un precio de más de 2 mdd y una muy alta reputación al tratarse de crítica religiosa. Un ejemplo más es Ai Weiwei, reconocido por su lucha social. Pocos conocen el porqué es el artista más censurado en su país natal. La historia se remonta a un terremoto en el sur de China, en el 2008, donde murieron miles de niños por corrupción en los reglamentos de construcción en las escuelas, información que el gobierno ocultó ¿suena familiar? Ai Weiwei exigió al gobierno liberar la lista de fallecidos. Una vez con la información, la publicó en su blog, e inmediatamente fue golpeado y arrestado por el Estado. Su denuncia germinó en una de las instalaciones más famosas del arte actual: nueve mil mochilas de colores colgadas en la fachada del museo Haus der Kunst en Munich. La crítica, provocación, censura y fama están ligadas en el arte.   Por Lilia Soren