Juan Alfonso Mejía: #AntesNiñ@sQuePartidos

La “calidad educativa” no es teoría, precepto filosófico o mera estadística; es un asunto de oportunidades con rostro humano. Todos los días ganamos o perdemos oportunidades para esta “causa”, con las consecuencias conocidas, sentidas y cada vez más padecidas: la inseguridad, el desempleo, la corrupción y la desigualdad social. La educación es la llave maestra del desarrollo, y la escuela, el instrumento idóneo en la materialización de nuestros anhelos. Por eso, la escuela que queremos supera su contexto, impidiendo la reproducción sistemática de las brechas entre nosotros, porque origen nunca debe significar destino. En México, aun estamos lejos de que todas las niñas, niños y jóvenes estén, aprendan y participen en la escuela, pero el proceso hacia esa realidad ya está en marcha. Detenernos ahora no sólo sería un error, sería una irresponsabilidad con nuestro tiempo. La transformación educativa no se agota en una reforma ni se explica sólo a partir de ella; forman parte de mecanismos de naturaleza distinta. Mientras una reforma representa un cambio a “las reglas del juego”, la transformación pretende un cambio en las estructuras institucionales, las actitudes de los actores y las prácticas que modelan su comportamiento. La verdadera transformación educativa es permanente, y no se circunscribe solamente a reformas al marco normativo ni administrativo. Tiene sentido en la medida en que cambia prácticas –en el aula, con l@s maestr@s, l@s funciona- ri@s y hasta con nosotr@s mism@s. Si hemos llegado hasta aquí, es porque distintos actores abrazaron la transformación educativa como propia. El rol que la sociedad civil ha desempeñado desde el origen y a lo largo de todo el proceso, aunado a los diversos órdenes de gobierno, las distintas fuerzas políticas, los órganos autónomos, los poderes de la Unión, nos permite afirmar: la transformación educativa nació antes de la presente administración y la trascenderá. Que así suceda depende de la pluralidad de los involucrados, no del gobierno en turno. En Mexicanos Primero nos propusimos sentar las bases para el diálogo a partir de la evidencia. Mañana presentaremos un estudio que es “un corte de caja” que ilustra cómo vamos, pero sobre todo es una prospectiva de futuro sobre el camino a seguir. En el contexto electoral en el que nos encontramos, quien pretenda gobernarnos no puede ni debe eludir la dimensión de este desafío. 2018 debe ser recordado como el año de los ciudadanos; el año en el que la elección se caracterizó por anteponer el interés de los nuestros, sobre el de unos cuantos. El año en el que la escuela se recuperó como el principal instrumento de cambio social para nuestra sociedad. El punto de partida en el que los mexicanos coincidimos: antes niños que partidos.  
DIRECTOR GENERAL DE MEXICANOS PRIMERO