Líderes locales tradicionales con buena aceptación. Líderes regionales emergentes, vistos en su momento como enanos del sistema, pero que muy pronto se construyeron camino propio con o sin partido, con o sin apoyo de los medios y con fuerte presencia en redes sociales son clave para el resultado electoral de 2018.
El tema está en boca de coordinadores de campaña y estrategas políticos. La influencia en tierra de esos líderes y candidatos locales y conforme se muevan en redes sociales, a partir de ahora, escribirán una historia inédita.
Echemos un vistazo rápido al pasado para entender el escenario presente. Al romper Vicente Fox con la línea vertical del presidencialismo, la conformación del grupo de gobernadores en una asociación creo cacicazgos autónomos. La figura del gobernador se volvió toda poderosa. Al final del sexenio del primer gobierno panista se dio la primera gran rebelión interna a un Presidente. El epicentro salió desde una región de occidente. El mandatario de Jalisco, Francisco Ramírez Acuña destapó, a Felipe Calderón y creó un movimiento que terminó doblando al foxismo.
Aunque también fue impuesto por el status quo, Calderón llegó a Los Pinos y también vivió su propia rebelión. Pero ya en la contienda de 2012 Vázquez Mota fue derrotada por el priismo del centro. Peña Nieto hizo un intento por recuperar el viejo modelo. Sin embargo, terminará su sexenio con 10 gobernadores perseguidos por corrupción. Ahora los partidos políticos viven la peor crisis en la historia de la historia.
En ese contexto López Obrador llega a su tercera competencia montado en las nubes de la popularidad y Ricardo Anaya es dueño del PAN después de humillar a los símbolos tradicionales del panismo con ayuda de alianzas que parecían irrelevantes. A pesar de tener en contra al calderonismo y maderismo y gobernadores panistas sigue en el poder absoluto del panismo. El PRI de Peña, en cambio, presionado por la sociedad tiene que meter a la cárcel a sus mandatarios y simular persecuciones.
Ahora Anaya se fortalece con un partido como Movimiento Ciudadano que basa su fuerza en un liderazgo regional, como Jalisco y con figuras emergentes en otras entidades y localidades. Si bien, la nomenclatura del PRD se le une para obtener posiciones a cambio de unos puntos, el panista se recarga en la chilanga Alejandra Barrales y ésta a su vez en ciertos personajes para hacerle frente a AMLO en su bastión y quien es un fenómeno sí, pero basa su fuerza en líderes locales. Por eso hace alianza con los que dijo en el pasado que ni a la esquina con ellos.
José Antonio Meade, otrora poderoso secretario de Hacienda que dejó en la antesala de su oficina y sin atender a alcaldes priistas y líderes locales, hoy le cobran la factura con su indiferencia y falta de apoyo. Sus ex líderes están siendo juzgados por la justicia. El PRI padece un vacío de fuerzas regionales. Mañana, la historia de un trio de líderes emergentes.
Sábado 18 de Enero de 2025