El año pasado fue el más peligroso y vio- lento para los periodistas en México y el mundo; hubo al menos 48 ultimados; de igual forma muchos fueron encarcelados, amedrentados y torturados según lo han documentado en días pasados The Washington Post, The Dallas Morning News y The New York Times.
Las amenazas contra la prensa se han vuelto cotidianas, surgen en su mayoría desde instancias gubernamentales en todo el mundo; y el panorama para 2018, no es nada alentador. Algunos datos que hemos compartido desde el Instituto para Libertad de Expresión de la Fundación Mora Gómez, como organización preocupada por la libertad de expresión, indican que las amenazas de nuestro gremio en todo el mundo están aumentando.
Hasta hoy, se tiene registro de la muerte de dos periodistas (uno en nuestro país) y el encarcelamiento de 189 periodistas de todo el mundo acusados de terrorismo, atacados como enemigos del pueblo y sometidos a procedimientos legales opacos y en ocasiones secretos. Las amenazas han sido extensas: desde ejecuciones extrajudiciales, toma de rehenes por parte de actores gubernamentales y no estatales, vigilancia auto- rizada por el Estado, enjuiciamiento bajo oscuras leyes y campañas de difamación pública, hasta el hostigamiento mediante mensajes en redes sociales o aplicaciones de teléfonos celulares.
Lo alarmante es que un alto porcentaje de estos abusos y ataques ocurre en un pequeño número de países, que están alimentando el clima de violencia, entre los que se ubica el nuestro. En México, la delincuencia organizada e instancias de los tres niveles de gobierno han utilizado actos de violencia grotescos para silenciar a los periodistas que informan sobre la guerra contra las drogas, y los que han sido asesinados, encarcelados o desaparecidos aumentan constantemente, según ha dado cuenta el presidente de la CNDH, Luis Raúl González Pérez, en su informe ante el Congreso y en el encuentro de la comisión de Derechos Humanos de la Conago con la Segob. El año pasado tuvimos cifra récord con 16 periodistas asesinados y casi un centenar de amena- zas denunciadas ante la autoridad.
La situación en México es alarmante, este año tendremos elecciones presidenciales, estatales y renovación del Poder Legislativo. En estas épocas democráticas, los periodistas y comunicadores sufren más violencia de lo habitual; solo al inicio de las precampañas, dos periodistas fueron golpeados en actos organizados por Morena en la CDMX sin que se sepa el avance de las investigaciones.
La semana pasada, un funcionario público del Gobierno de Chihuahua, de nombre Maclovio Murillo, amenazó públicamente a un periodista, diciéndole “Mira cabr#n, si yo fuera el pinc% put@ secretario de Gobierno ya te hubiera ching#*&, pero no lo soy…”.
Durante la contienda electoral, el papel de los periodistas y medios de comunicación es fundamental para garantizar nuestra democracia, ya que son los periodistas quienes dan cuenta de los acontecimientos, de los hechos y de las ofertas políticas para que la sociedad pueda tomar decisiones. Es por esto que debemos exigir se cumplan las mínimas condiciones de seguridad para el ejercicio profesional de periodistas y comunicadores en este 2018.
PRESIDENTE DE LA FUNDACIÓN FERNANDO MORA GÓMEZ
PARA LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN Y EL EJERCICIO PERIODÍSTICO