Hace un par de semanas, comentaba en este espacio sobre la nueva realidad de los Vaqueros, que de estar sumidos en otra campaña decepcionante, se habían levantado con tres victorias seguidas ante Filadelfia, Atlanta y Washington para apoderarse, por criterios de desempate, del primer sitio de su división, la Este de la Conferencia Nacional.
Por otro lado, en la columna anterior, me refería al cambio de mando en la NFL en donde luego de ligar 10 victorias, los Santos se colocaban con 10-1 y eran mejores a mi entender, que los Carneros, también con 10-1, y que Kansas City, el número uno de la Conferencia Americana.
Lo que seguía era el duelo en Arlington entre Dallas, con la tercera mejor defensiva por puntos permitidos, y Nueva Orleans, que encabezaba la NFL en puntos generados con un promedio de 37.2 por encuentro.
Debo decir que había algunos partidarios de los Vaqueros que le iban a los Santos, la razón, un triunfo del equipo de La Estrella Solitaria podría perpetuar al menos una temporada más la mediocridad de su entrenador Jason Garrett en el cargo.
¿Qué ocurrió? Dallas jugó un gran partido a la defensiva, estando encima de Drew Brees, quien nunca se sintió cómodo, y al que ahora sí, le pesó su corta estatura para la posición, 1.83 metros, y como resultado, pasó apenas para 127 yardas, al tiempo que el ataque terrestre sólo produjo 65, cuando en los tres partidos anteriores promediaban casi el triple. Además en varias ocasiones las ofensivas de los Santos terminaron en tres jugadas y para afuera, lo que significó que Dallas dominara una estadística fundamental, el tiempo de posesión: 36:53 minutos contra 23:07.
Y aún no he hablado de Dak Prescott, que aunque fue capturado siete veces atrás de la línea de golpeo, y perdió un balón, hizo lo suficiente para generar 13 puntos para la victoria. Prescott se ve con un nivel de confianza que no tenía antes.
Para los Vaqueros, que no ganaban cuatro juegos seguidos desde 2016, se abre el panorama camino a los playoffs, ya que reciben a Filadelfia, van a Indianápolis, serán anfitriones de Tampa y cierran en Nueva York ante Gigantes.
Ahora bien, ¿Dallas es mejor que Nueva Orleans por haberle ganado el jueves? No lo creo. Fue un gran triunfo, pero hay que ubicarse. Y una pregunta más ¿Será el año en que los Vaqueros regresen al Super Bowl, o al menos al Juego de Campeonato de Conferencia? Hoy tampoco lo creo, porque en la postemporada eventualmente tendrían que jugar como visitantes ante Santos o Carneros. Lo que sí creo es que algo interesante se está cocinando en Dallas, pero deben apurarse, porque están próximos a vencer los contratos de novatos de Prescott y de Ezekiel Elliott, que ahora cuestan poco, y pueden rodearlos de talento experimentado. Otra cosa será a partir de 2020.
¿Son tan buenos los Vaqueros?
A pesar del triunfo, no creo que dallas sea mejor equipo que Nueva Orleans, hay que ubicarse