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Cruzazulear o no

EL CRUZ AZUL TIENE LA OPORTUNIDAD DE CAMBIAR SU ESTIGMA DEL YA MERITO SI TOMA REVANCHA ANTE EL AMÉRICA

OPINIÓN

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Estimado fan, el mundo del futbol es tan rico en emociones y experiencias que ofrece más que anécdotas una aportación cultural innegable. Ahora que se disputa una atractiva final de la Liga Bancomer MX, vale la pena detenerse en el famoso neologismo cruzazulear, que podría adquirir una connotación distinta. Al menos, existe una oportunidad real para que esto suceda. Aparte de la justicia deportiva que enfrenta a los dos mejores del Apertura 2018, se trata de un duelo entre los equipos con más finales disputadas en la historia: América jugará la número 17 y Cruz Azul la 16. Sin embargo, las Águilas son la escuadra con más finales ganadas: 11, mientras la Máquina es el equipo con más perdidas: nueve. Si le vas al equipo cementero ¿con qué te quedas? ¿Con los títulos o con la satisfacción de ver a tu equipo siempre intentándolo? Este Cruz Azul que no se corona desde hace 21 años —¡su única liga ganada en 38 años!— ha debido batallar con el estigma del ya merito, como la acepción más ajustada al verbo cruzazulear. Pero ¿no es precisamente esto parte del encanto de este equipo? Sufrir es parte del ADN de la marca, y es también la esencia carismática de una auténtica lovemark. O acaso ¿no es la Selección Mexicana el equipo que mejor la ha cruzazuleado a lo largo de la historia? El valor de una marca es conformado por diferentes factores que no se tocan pero se sienten y suman en la etiqueta. Este activo intangible es diferente entre una marca y otra. Características agradables: “Equipo competitivo”, “grande”, “muy técnico”, “de grandes jugadores”, “con grandes estrategas”, “excelentes extranjeros”, “pertenece a una empresa 100 por ciento mexicana”; entre otras. Características no agradables: “Equipo frío”, “mecanizado”, “no sabe manejar marcadores y por eso la c…ruzazulea”, “no todos sus estrategas son efectivos”, “no todos los jugadores extranjeros llegaron a aportar”, “se acabaron sus grandes jugadores mexicanos”, etcétera. Pero en el presente torneo, las buenas gestiones de Pedro Caixinha en la cabina estratégica de la cancha, y de Ricardo Peláez, fuera de ella, dan una sólida apariencia de que ahora su combatividad tradicional puede ser coronada con la anhelada conquista del título liguero, y cristalizar así su excelente campaña al acabar como el líder de la temporada regular. El Cruz Azul tiene la mejor oportunidad de hacerlo si dispone de su acérrimo enemigo, que hace cinco años, en la Final del Clausura 2013, le arrebató el triunfo en los últimos instantes. Saldar esa vieja deuda sería aprovechar de forma espectacular la oportunidad de revancha y cruzazulear adquiriría otro significado: En lugar de ser "casi campeón" sería quizá algo como "campeón a lo macho". Un paso distante entre ser sujeto de bullying y la admiración. Es decir, que tiene mucho que ganar y muy poco que perder.