¿Es Cuauhtémoc Blanco un terrible simplificador? El historiador suizo Jacob Burckhardt denominó así a los sujetos demagogos que en democracias aprovechan la desilusión social de las instituciones para obtener el poder a base de explotar la ira colectiva.
En caso de serlo, ¿es un terrible simplificador solitario emergente en los nuevos tiempos? ¿O forma parte de una camada de figuras populares que amenaza el pensamiento ideológico especializado?
En Morelos, sólo una catástrofe impediría la llegada del primer futbolista a una gubernatura en el país, pues en este caso no hay duda alguna de su triunfo aplastante en las encuestas sobre su único competidor interno, el senador por Morena, Rabindranat Salazar.
¿Qué es simplificar? Reducir una expresión, cantidad o ecuación a su forma más breve.
En el noticiario matutino de Ciro Gómez Leyva, la única revelación que Cuaú hizo ayer al periodista fue que hace unos días conoció a Andrés Manuel López Obrador y comió con él. “Lo único malo es que le va a los Pumas y yo al América”. Eso dijo y agregó que los une una lucha implacable contra la corrupción. Pero Blanco ni siquiera sabe cuándo debe pedir licencia como alcalde ni cuándo empiezan las campañas.
Y ¿qué hay en el otro lado? ¿en el de los supuestos ideólogos de la política nacional? Graco Ramírez, uno de los supuestos mejores cuadros de la izquierda mexicana, desde su llegada al poder delegó, con aire de emperador, el trono a su hijastro Rodrigo Gayosso, al cederle el manejo del partido para sucederlo en 2018. El hijo no tardó en mostrar el cobre. Rápido metió a sus cuates a la administración de su padrastro y pronto fueron descubiertos amañando licitaciones para enriquecerse.
Graco trató de manera simultanea sacar del camino al propio Cuaú, quien desde el primer día de su triunfo por la alcaldía de Cuernavaca se convirtió en la amenaza de los perredistas. Le fincó demandas penales y un juicio político en el Congreso con mayoría del PRD, el cual luego fue disuelto por la Suprema Corte.
Gayosso, con todo y que su popularidad está por los suelos (más de 30 puntos abajo del ex futbolista), va por la candidatura del partido al gobierno de Morelos, pues el Frente Por México no lo respaldó.
Por eso, la población frustrada mejor opta por las promesas infundadas de un ídolo entrañable del deporte que durante años le regaló emociones, como uno de los mejores jugadores de la selección mexicana. Por eso, la mayoría de electores está dispuesta a entregarle un cheque en blanco y poder ilimitado aunque como alcalde no ha demostrado nada.
El Cuaú por su parte no va a dejar pasar la oportunidad de ganar sus segundas elecciones, después de que la política lo ayudó a superar una depresión en la que cayó al final de sus días como un futbolista que se resistía a dejar las canchas, pues a los 30 días del retiro se convirtió en candidato a alcalde. Ya en campaña y a pesar de que no hablaba más de tres minutos y cambiaba las siglas del partido que lo postuló, la gente lo ovacionaba y lo apoyó a sacar a una familia monárquica del PRI que se había enquistado en Cuernavaca.
Miércoles 22 de Enero de 2025